EL PAíS › EXCLUSIVO: INVESTIGACIÓN DE UNA
FRONTERA DONDE SOLO FUNCIONA LA LIBERTAD
Paso de los Libres, donde pasa de todo
Un fiscal llegó a pedir al juez que induzca a error a un imputado. El mismo fiscal, que entiende en temas de contrabando, tiene a su mujer trabajando de jefa de despacho en la Aduana y a dos hermanos aduaneros. Un hermano del juez también es funcionario.
Por Martín Granovsky
Paso de los Libres es la ciudad más literal de la Argentina: la combinación de Justicia libre de justicia y aduaneros libres de control hicieron que uno de los pasos de frontera más importantes del país se haya convertido en un gran agujero negro.
La ciudad correntina es la frontera con Uruguayana, en Brasil. En la época del Mundial era conocida por el contrabando de televisores color. Hoy circula electrónica, tabaco, naturalmente droga y hasta puede caerse un Mercedes Benz del container de un camión si se desliza el precinto. Aunque en la caja diga, simplemente, “Cereales”.
La imagen del Mercedes no es literaria. Sucedió, y así fue relatada a Página/12 por un vecino que pidió reserva de su nombre. “Acá viven 50 mil personas”, dijo. “Son pocas, aunque parezcan muchas, y todos se conocen. Después te hacen la vida imposible.”
Este diario tuvo acceso a un documento que grafica cómo funciona Paso de los Libres. Es del 19 de octubre del 2004.
Se trata de un pedido del fiscal federal de la ciudad, Benito Antonio Pont. En una solicitud en la que también pide al juez el secuestro de un camión semirremolque, dice textualmente: “Que a los fines de posibilitar la inducción a error por parte de los imputados solicite se cite a prestar declaración testimonial sobre los hechos sub-examine a María C. Gatti y Alejandra Pisano, numerarios de la Aduana de Paso de los Libres para que en virtud del principio procesal de concentración y de celeridad para que en virtud del principio procesal de concentración y de celeridad, también en ese mismo acto proceden al reconocimiento de firmas y sello aclaratorio en el caso de Gatti y en el caso de Pisano solo firma de la prueba instrumental obrante a fs. 3”.
Lo más importante está en el comienzo:
- La función de la Justicia es determinar la verdad de los hechos y analizar conductas concretas de una persona.
- En la búsqueda de la verdad las herramientas son las pruebas materiales y los testimonios.
- Obviamente hay una forma inteligente de interrogar para llegar a la verdad.
- Nunca la Justicia busca dejar entrampado a un sospechoso.
- Cuando un funcionario judicial toma testimonio pide declarar la verdad y nada más que la verdad.
- Es evidente que un imputado (es decir, no un testigo) no declarará contra sí mismo.
- Como parte de esa estrategia, un imputado podría mentir.
- De todas maneras, la misión de la Justicia no es estimular la mentira.
- Si un fiscal pide que se induzca a un imputado a cometer un error se estará extralimitando en su papel y en sus métodos.
Este diario consultó ayer con abogados y funcionarios judiciales. Todos recordaron haber escuchado frases como la de Pont, pero ninguno dijo haberla visto jamás escrita en un papel con membrete de los tribunales.
La consulta recogió dos explicaciones.
La primera es un primitivismo casi pintoresco para escribir.
La segunda es la costumbre de la impunidad permanente.
Por supuesto, una hipótesis no elimina la otra.
¿Quién es el fiscal Pont?
Lleva en el puesto casi los años que tiene la democracia, recuperada en diciembre de 1983.
También fue candidato a intendente de Paso de los Libres e interventor en la radio LT 12.
Su esposa es aún más constante en el trabajo. Olga Viero –de ella se trata– lleva casi 30 años como secretaria privada del administrador de Aduana de Paso de los Libres.
En tanto tiempo, casi el mismo que separa el comienzo de la dictadura militar de la actualidad, pasaron innumerables administradores de la Aduana en la ciudad, pero Olga Viero quedó.
La permanencia significa por un lado que Viero maneja los expedientes tramitados en la Aduana y su marido los expedientes que llegan a la Justicia.
Por otro lado, Viero es un apellido fuerte en Paso de los Libres y en el mundo de las fuerzas de seguridad. Como se informa aparte, Juan Carlos Viero es un comandante retirado de la Gendarmería con peso histórico en esa fuerza de seguridad.
“Viero anda por el juzgado y por la fiscalía como si fuera su casa”, comentó a Página/12 un abogado del foro correntino.
El fiscal es un hombre de frontera. Mientras su esposa trabaja en la secretaría privada de la Administración de Aduanas de Paso de los Libres, la hermana del fiscal, Victoria Pont, es vista de Aduana. Un vista es alguien que analiza la mercadería y determina la calidad y las condiciones del transporte.
Y un hermano de fiscal es despachante de Aduana.
Victoria Pont pasó por dos causas penales. En una de ellas fue procesada por pasar un vallado de seguridad de frontera, pero resultó sobreseída. El marido se ganó una condena en suspenso.
El juez federal de Paso de los Libres es Juan Angel Oliva.
Un hermano del juez, Adolfo Oliva, es funcionario aduanero. Tiene función de guarda, un papel que consiste en verificar que la mercadería del interior de un container sea la misma que figura en el exterior.
Oliva, que tiene otro hermano desaparecido en la dictadura, es conocido en Paso de los Libres por su buen pasar y sus relaciones con el ex gobernador Raúl “Tato” Romero Feris y la mujer de éste. “Tato” es el mismo que fue electo senador mientras estaba en la cárcel.
El primer ministro de Justicia de Kirchner, Gustavo Beliz, estuvo al tanto de parte de esta información, según dijo a Página/12 un abogado que pidió reserva de su nombre pero está dispuesto a repetir en pública los términos de su conversación.
“Eso es lejos, en el interior, y yo tengo todos mis esfuerzos en la Justicia de la Capital Federal”, narró el abogado que le dijo Beliz después de atenderlo por teléfono.
La Oficina Anticorrupción, que es un organismo nacional, tampoco tiene tradición de ocuparse de irregularidades administrativas cometidas por funcionarios nacionales en el interior del país.
En cuanto a la Corte Suprema, sus miembros se dividen el país en jurisdicciones. Corrientes, incluida la Cámara Federal con sede en la capital de la provincia, le corresponde a Enrique Petracchi, que además de presidente del tribunal supremo es presidente del Consejo de la Magistratura. El Consejo podría actuar en el caso del juez. Los fiscales deben ser sometidos –fenómeno infrecuente que ocurre cuando la realidad fisura al corporativismo– a un jury que funciona en el seno de la Procuración, a cargo hoy de Esteban Righi. En el caso de Pont, el documento que pide inducir a error a un imputado es público y forma parte de un expediente que obra en la justicia federal con sede en Corrientes. Cualquier fiscal podría formular una denuncia al conocer el presunto delito.
Como el juez Oliva es hermano de Oliva, la Justicia recurre a conjueces, que reemplazan transitoriamente al juez. En el pasado los jueces eran designados a dedo. Pero solían inhibirse, con el resultado de que las causas, al final, quedaban dormidas y luego prescribían.
Adolfo Oliva participó en una operación denunciada, a cuyos detalles también tuvo acceso Página/12, en la que un cargamento de mercadería electrónica fue decomisado con un valor de 122 mil dólares y vendido dos años después en 503 mil dólares, en el único caso mundial de electrónicos que en lugar de bajar de precio suben. Durante los dos años en que lamercadería estuvo en un depósito fiscal fueron robados 73 equipos de música completos.
Un primo hermano de Oliva, Raúl Alberto Giménez, hijo de una hermana de la madre del juez Oliva, es guarda de aduana. Trabaja en la misma oficina que Adolfo Oliva, la Estación Aduanera de Frontera de Ferrocarriles, crucial para el transporte hacia y desde Brasil.
Un abogado de los consultados para esta investigación dijo que el mecanismo en la Justicia es agrandar los expedientes, involucrar a muchos sospechosos y después tarifar el adelgazamiento de las causas persona por persona. El abogado declinó dar nombres, usando un criterio de seriedad porque, dijo, no podía probar judicialmente estos puntos y no quería aparecer como injuriando o calumniando a un funcionario judicial.
Pero dejó una frase que sirve para entender cómo funciona Paso de los Libres. Un día le dijeron: “Con el fuero federal se trabaja de adentro”. Y le explicaron: “Si no, cada causa le va a llevar 25 años, y en 25 años todo prescribe”.