Empresarios de la construcción y arquitectos se reunieron ayer con el jefe de Gobierno porteño, Jorge Telerman, y le pidieron que la suspensión de obras en seis barrios de la ciudad no se extienda más de 90 días y que se aclaren algunas cuestiones de la medida que provocan “incertidumbre” en el sector.

“Lo que rescato como positivo de esto es que se convocaron a todos los organismos técnicos” para “atender algunos reclamos válidos de vecinos” y “a su vez atender a los inversores”, afirmó Alberto Carasido, miembro de la Cámara de Constructores. Aunque negó que se hubiera solicitado la anulación del decreto, confirmó que “se pidió que la suspensión no se extienda” y que “se trata de conciliar posiciones”.

“La expectativa es que se aclare el panorama en el menor tiempo posible y que todos los que están afectados –vecinos, arquitectos e inversores– tengan un panorama claro en los próximos días”, agregó.

El ingeniero Norberto Pazos, del Consejo Profesional de Ingeniería Civil, indicó que “hay una propuesta de trabajar en forma conjunta a partir del lunes para ir viendo las consecuencias concretas” de la suspensión. “Lo que se planteó es que esto no tendría que afectar ni la producción ni el crecimiento ni el desarrollo de la ciudad”, agregó, al tiempo que reconoció que entre los inversores hay algo de “temor” e “incertidumbre”.

En tanto, el gobierno porteño clausuró a la mañana una obra en construcción del barrio de Almagro, un barrio que no está comprendido en el decreto de suspensión de permisos. La medida recayó en la propiedad ubicada en Guardia Vieja al 4100 y se tomó como consecuencia de una inspección de la Dirección General de Fiscalización de Obras y Catastro a raíz de la denuncia de los vecinos.