SOBERANíA NACIONAL Y ESTRATEGIAS SOCIALES
Monedas paralelas
En la Argentina de la crisis hubo varios casos de utilización de una moneda que no estuvo vinculada con la utilización normal o corriente de la del Estado.
Por Veronica Gago
El economista Jérôme Blanc estuvo en Buenos Aires como parte del programa de intercambio entre varias universidades del país y el IMA (Instituto Modelo Argentino) y la universidad francesa de Lyon: el objetivo es la investigación de la crisis y la fragmentación monetaria argentina de los últimos años que culminará en un coloquio en el 2006. Blanc, investigador y profesor del Centre Walras, es autor del libro Las monedas paralelas.
¿A qué llama monedas paralelas?
–Son los distintos casos de utilización de una moneda que no está vinculada con la utilización normal o corriente de la moneda del Estado. Por ejemplo, en la Argentina, los bonos provinciales como el Lecop y las monedas de trueque fueron monedas paralelas. Estos casos no son habitualmente investigados. Cuando este fenómeno es analizado por los economistas sólo se lo desarrolla desde un tipo de monedas paralelas: el dólar. Es decir, lo que hay son teorías sobre la dolarización, pero esas teorías no saben explicar por qué grupos de actores, provincias o comunidades crean una nueva moneda y no sólo la utilizan. En ese sentido es especialmente interesante lo que pasó en la Argentina con la crisis de 2001-2002, cuando se crearon múltiples monedas paralelas.
¿Cómo y cuándo surge la necesidad de crear una moneda?
–Son motivaciones no sólo económicas sino políticas en un sentido amplio. Este es el caso del trueque. En el caso de las monedas provinciales, en la Argentina hubo una evidente motivación fiscal. La creación de una moneda siempre implica una cierta idea de soberanía. A veces puede ser con intenciones de secesión, es el caso de Alemania durante la crisis de los años ‘21-’23, cuando algunas localidades querían autonomizarse y la moneda fue una parte de tal proyecto.
¿Una moneda paralela y una moneda social son lo mismo?
–Las monedas sociales son una parte de las monedas paralelas. Las monedas sociales surgen gracias a grupos o personas que crean una moneda propia para lograr tres tipos de objetivos: localizar los ingresos en la comunidad, dinamizar la actividad económica y el lazo social en la comunidad y, por último, transformar las lógicas del intercambio y desarrollar las competencias de las personas en casos en que éstas no pueden venderlas en el mercado de trabajo. Este último objetivo intenta salir de la lógica del mercado, hacer que los precios –por ejemplo en ciertos productos como la comida– no sean los precios del mercado, sino que se ajusten a una lógica de vínculo social que va más allá de las prácticas individualistas de consumo.
Desde esta perspectiva, ¿cómo analiza el fracaso de la moneda social que puso en vigencia el trueque en la Argentina?
–Lo que permite analizar su fracaso es lo mismo que permite analizar su crecimiento: el trueque, como otras experiencias de monedas sociales en diversas partes del mundo, es una invención política muy local que no interesa a toda la población. Convoca a grupos motivados por el desarrollo, la ecología, la autonomía, y la lógica que los conduce a entrar a este tipo de comunidad no es la de comprar y vender, es decir, no es la lógica del consumo, sino la de intercambiar bajo otra lógica. Pero la crisis masiva de la Argentina llevó a una difusión mediática de estas comunidades con una forma de moneda paralela. El crecimiento del trueque durante el 2001 y especialmente en el 2002 estuvo directamente vinculado con la crisis ya que muchas personas querían encontrar en el trueque lo que no conseguían en la economía corriente. Pero ése no es ni el objetivo ni la capacidad del trueque y las personas que esperaban sólo reemplazar aspectos de la economía corriente, que iban a consumir sin producir lo suficiente, desestabilizaron el trueque ya que en el sistema argentino, desde el principio, estaba claro que quienes lo integraban debían constituirse como prosumidores, es decir, productores y consumidores, lo cual garantizaba el equilibrio del trueque.
¿Las monedas paralelas sólo aparecen en momentos de crisis?
–Los momentos de crisis son grandes momentos de imaginación y de creación de nuevas formas de vivir para protegerse de los efectos de la crisis. Y las monedas paralelas son una parte de estas innovaciones como intento de protección. Pero las monedas paralelas no sólo son producto de la crisis.
En la Argentina, la creación de las monedas sociales del trueque no estuvo exactamente vinculada con la crisis de la economía: se trató de una lógica de desarrollo local junto a una intención de desarrollar la autonomía de un grupo de personas; fue un proyecto político claro. El desarrollo de este tipo de monedas paralelas no está exclusivamente vinculado con una gran crisis aunque, claro que una crisis hace que tengan un desarrollo muy grande.