PRODUCCIóN INDUSTRIAL, TIPO DE CAMBIO, SALARIOS Y CHINA.
“Se justifica la protección”
La Unión Industrial confía en la palabra de Kirchner de que se cuidará al sector de la producción china. Alientan un dólar alto.
Por Cledis Candelaresi
Los dirigentes de la Unión Industrial Argentina no saben qué medidas tomaría el Gobierno para proteger a los “sectores sensibles” de la competencia China. Pese a ello, la entidad está confiada en esa protección. El plástico Héctor Méndez, vicepresidente primero de la UIA, explicó esa fe en diálogo con Cash. El segundo hombre de esa entidad empresaria defiende un proteccionismo “sin complejos” para la industria.
¿La recuperación industrial es genuina o sólo se están alcanzando los niveles pre-crisis?
–Es genuina. Después cada sector corre su suerte. Algunos están recuperando el nivel previo a la crisis y a otros todavía les falta bastante.
El último comunicado de UIA destaca que, en la mayoría de los sectores, es más negocio producir que importar. ¿En cuáles no?
–Son pequeños sectores en los que vale la pena resignarse a importar. Por ejemplo algunos productos que tienen alto desarrollo tecnológico, como el de los chips, que se producen con valores muy competitivos en otros lugares del mundo. Pero salvo esas excepciones, el resto de la producción no tiene que ser víctima de las distorsiones del comercio que generan países con una estructura de costos basada en salarios despreciables, dólar subvaluado y otro tipo de intervenciones para abaratar costos. Eso obliga a proteger a la industria nacional.
Se está refiriendo a la necesidad de un “proteccionismo sin complejos”.
–Aquí hubo un largo período en el que los economistas trataban con mucha dureza a la industria, imputándole querer privilegios y mercados cerrados. China no tiene esos reparos para proteger a su industria. ¿Cuántas veces escuchamos decir a los economistas que alguna industria no era viable, entre ellas la del plástico que, sin embargo, fue líder en América latina?
¿No puede ser que se considere inviable una industria que no puede susbsistir si no es con una protección exagerada, por encima de la que requiere cualquier otro sector?
–Pero nadie está pidiendo eso. Cuando pensamos en China pensamos en los sectores sensibles. Si no hay estructuras de costos similares, se justifica la protección. No hay posibilidad de competir con una economía de ese tamaño. Podemos competir con Brasil o el resto de América latina. Pero los chinos hacen temblar hasta a los Estados Unidos.
¿Cuáles son concretamente las garantías que les ofreció el Gobierno?
–Todas. Y nosotros no dudamos de un Gobierno que tiene una vocación industrial enorme. Pero tampoco podemos desconocer que en política exterior no siempre se hace lo que se quiere sino lo que se puede.
¿Hay mecanismos acordes a normas de la OMC y el Mercosur que permitan un amparo irrestricto como el que podrían necesitar algunas industrias?
–El propio presidente (Néstor) Kirchner nos dijo que nos quedemos tranquilos. No tenemos por qué dudar de su palabra.
La UIA reconoció una serie de méritos al Gobierno, entre ellos el de haber evitado la “sobrevaluación de la moneda”. ¿Eso no significa, justamente, que el peso está en realidad subvaluado?
–Si estuviera subvaluado, muchas industrias tendrían problemas de costos para exportar. Las empresas, finalmente, venden al precio que pueden y no al que quieren. Debemos tener un tipo de cambio que permita tener una estructura de costos competitiva.
¿Cómo explica que las exportaciones hayan tenido una performance relativamente pobre desde la devaluación?
–En la Cámara del Plástico luchamos para que se cambie la cultura y se deje de exportar sólo para cubrir las deficiencias del mercado interno. Porque los clientes del exterior demandan continuidad y calidad.
La clave es conseguir competitividad al margen del tipo de cambio.
–Es posible. Con el 1 a 1 casi no se conocían empresas argentinas afuera; con el 2 a 1 sólo se conocen unas pocas. Quizá con el 5 a 1 se conocerían más.
¿Eso es una sugerencia?
–De ningún modo. Lo bueno es tener un tipo de cambio justo que garantice también salarios dignos.
A propósito de salarios, el Gobierno no descarta dar aumentos por decreto.
–Siempre nos negamos a esos decretos. La decisión salarial debería ser exclusiva de las empresas.