desde Santiago de Chile

El gobierno de la presidenta chilena, Michelle Bachelet, está afinando el Presupuesto de la nación para el próximo año, que debe aprobar el Parlamento, con un fuerte aumento del gasto social, destinado a atender una serie de demandas sectoriales. El proyecto de ley presupuestario, que debe ingresar este fin de semana al Congreso para su trámite legislativo en el Senado y Diputados, será uno de los más expansivos de los últimos años, con un incremento del gasto fiscal en torno de 10 por ciento.

También anunciaron que el Presupuesto estará sustentado en cuatro pilares básicos, que coinciden con los ejes centrales que la presidenta Bachelet delineó para sus cuatro años de gobierno: reforma al sistema de pensiones, educación, infraestructura y emprendimiento para estimular especialmente a las medianas y pequeñas empresas.

En educación, la mandataria anunció un incremento de 7,2 por ciento en los recursos del sector para el próximo año, equivalente a unos 330 millones de dólares, uno de los más expansivos de la última década. Esos recursos adicionales buscan dar respuesta a las demandas planteadas por estudiantes y profesores, a la cabeza de las protestas y manifestaciones que han acompañado a Bachelet a lo largo de sus casi siete meses de gobierno.

El crecimiento general del Presupuesto tocará, sin embargo, una mínima parte de los excedentes por casi 10.000 millones de dólares con los que el fisco chileno espera terminar este año, debido al alza espectacular en el precio del cobre, el principal producto de exportación del país. La mayor parte de los excedentes del cobre será destinada al ahorro o a la amortización de deuda, siguiendo una regla de conducción fiscal heredada de la administración del anterior presidente, Ricardo Lagos, que obliga a mantener un superávit estructural de 1 por ciento del Producto Interno Bruto.

La excesiva cautela de las autoridades para aumentar el gasto público, junto con la bonanza económica sin precedentes que vive el fisco chileno, alentó las demandas de estudiantes y profesores, así como de empleados de la salud y trabajadores fiscales. Todos buscan beneficiarse de los recursos extraordinarios que acumulará este año el fisco, luego de que el precio del cobre pasara de cotizarse en 80 centavos de dólar en 2003 a los actuales tres dólares como valor medio anual. Por caso, el viernes pasado los empleados de la salud cumplieron 24 días de paro y los trabajadores municipales de todo Chile detuvieron por dos horas sus funciones, reclamando mejoras salariales. Más de un millar de funcionarios municipales se reunieron en la Plaza de Armas de Santiago, en manifestaciones simultáneas que se repitieron en otras ciudades, para exigir a las autoridades un aumento en sus salarios superior a 10 por ciento. Tres días antes, Bachelet debió enfrentar además un primer “paro social” convocado por profesores y estudiantes, al que adhirieron también los empleados fiscales y los de la salud. Los distintos sectores señalan que esperan conocer los detalles del nuevo Presupuesto, antes de definir nuevas acciones o llamados a protestas.