Domingo, 31 de agosto de 2008 | Hoy
AVANCE DE LA PRODUCCION DE UVA DE MESA
La producción de uvas de mesa registra fuertes exportaciones de contraestación, actividad que supone diversificación, aumento del valor agregado y de la mano de obra empleada.
Por Claudio Scaletta
El “campo” no son sólo los cultivos de la Pampa Húmeda. Y, para los interesados en cuestiones agropecuarias, tampoco se limita a las tensiones arancelarias de las exportaciones de cereales y oleaginosas. Desde el desarrollo económico, por ejemplo, interesan las nuevas producciones, en particular las que suponen diversificación, aumento del valor agregado y de la mano de obra empleada. Es decir, actividades productivas que, a diferencia de la soja, suponen un importante efecto multiplicador en la economía de las áreas geográficas en que se desarrollan. Es el caso de la uva de mesa destinada al consumo en fresco interno y externo, un producto por el que pueden obtenerse muy buenos valores en los mercados de exportación.
En un reciente estudio sectorial de la Dirección de Mercados Agroalimentarios de la Secretaría de Agricultura, la economista Andrea Dansa reseña que las uvas de mesa tuvieron un boom exportador de contraestación en las últimas dos décadas. Un grupo de países del Hemisferio Sur, entre los que se cuentan Chile, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Australia y Argentina son los que hoy compiten por el acceso a los mercados del Hemisferio Norte. El principal exportador sureño es Chile, país que además es el segundo exportador mundial de este producto. Sus destinos son Estados Unidos, que concentra el 57 por ciento de las exportaciones, Europa, con el 18 por ciento, pero también Brasil, China, Hong Kong, Japón, Corea del Sur y Arabia Saudita. El dato que importa mirando desde Argentina, donde la actividad es todavía incipiente, es la potencialidad de la demanda mundial para los productos frescos de calidad.
En los últimos 15 años la vitivinicultura nacional experimentó un proceso de transformación en busca de comercializar productos de mayor calidad, proceso que descendió en la cadena hasta la producción primaria. La principal provincia productora de uvas es San Juan, que concentra el 95 por ciento del total. Salvo en 2006, cuando existió una importante reducción por problemas climáticos, la producción total de uvas muestra una tendencia creciente gracias a la expansión que registra el área implantada. Sin embargo, del total de uvas producidas, sólo se destinan al consumo en fresco el 1,7 por ciento: el 96 por ciento se vinifica y con el 2,3 restante se hacen pasas. De este 1,7 por ciento, el 80 por ciento se exporta. En 2007 las ventas externas fueron de 58,4 millones de dólares, lo que significó una caída interanual del 18 por ciento. La especialista Dansa explica que las bajas temperaturas del invierno, que no se registraban desde hace 30 años, generaron una menor producción de uvas blancas sin semilla, las que en conjunto representan cerca del 40 por ciento de las exportaciones locales. Pero la situación de 2007 fue extraordinaria, pues el ciclo exportador presenta una constante tendencia creciente. El mercado más importante es el europeo. Los principales destinos son Bélgica, con un 33 por ciento del total; Países Bajos con el 23, Rusia con el 18 y Brasil con el 9 por ciento. Al igual que con el resto de las frutas exportadas por Argentina, Rusia se muestra como un mercado demandante.
La conclusión de los números es bastante inmediata. La producción de uvas de mesa es una actividad de gran potencialidad, con gran efecto económico multiplicador, demandante de mano de obra, con una oferta en la que el país ya demostró estándares más altos y con un mercado cuya demanda en relación a la producción argentina actual aparece como inmensa. Además, el mercado interno no esta aún desarrollado.
La molienda de granos acumuló en el primer semestre de 2008 crecimientos interanuales del 10,7 por ciento en trigo, 4,5 por ciento en maíz y 20,7 por ciento en girasol. En soja, se registró una caída del 12,1 por ciento, informó la Bolsa de Cereales.
Las exportaciones de cereales y oleaginosas mostraron en julio crecimientos interanuales del 115,0 por ciento en divisas y 51,8 por ciento en volúmenes y 40,0 por ciento en precios.
El remanente exportable de maíz alcanzaba esta semana a 331.173 toneladas, precisó la Oncca. El stock de existencias declarada es de 5.019.766 toneladas.
El Departamento de Agricultura estadounidense (USDA) prevé para 2009 una baja en los precios del arroz, trigo, soja y maíz.
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