El crédito en pesos para consumo y producción, una de las variables relevantes para evaluar el dinamismo de la actividad económica, mostró una importante desaceleración en los últimos cuatro meses. En ese período se aplicaron medidas de ajuste monetario y fiscal que frenaron el dinamismo del mercado interno. La suba de la tasa de interés de referencia del Banco Central fue una de las iniciativas que impactó sobre el volumen de los créditos. La autoridad monetaria elevó a casi el 40 por ciento el rendimiento de los títulos y letras del Central (Lebac), con el objetivo de reducir las presiones sobre el tipo de cambio. Los bancos aprovecharon la liquidez para comprar Lebac y retacearon la oferta de préstamos, en particular el que demandan las pequeñas y medianas empresas, lo que generó un aumento de los costos en todas las líneas crediticias.

El último informe monetario del Banco Central registró que en febrero el volumen de los créditos en moneda local al sector privado fue 764 mil millones de pesos, una baja de 0,8 por ciento respecto de enero. Los préstamos no tenían un retroceso mensual desde el estallido de la crisis financiera internacional en 2009. El otro dato clave es que el ritmo de expansión interanual del crédito era del 37 por ciento en noviembre, mientras que ahora se ubica dos puntos por debajo. El informe de la autoridad monetaria permite observar el aumento de los últimos meses de la tasa de interés tanto en los créditos para empresas como para consumidores. Los documentos a sola firma anotaron en febrero tasa de 31,7 por ciento, contra 27,5 por ciento de noviembre pasado. Los hipotecarios se ubicaron en 24,3, contra 22,2 por ciento; los prendarios 30,5, contra 25,2, los personales 42,1, contra 36,9 y las tarjetas de crédito 43,8, contra 40,6.

Consultoras de la city que en los últimos años insistieron con la necesidad de avanzar en un ajuste macroeconómico reconocen ahora que el programa monetario del Central, que se concentra en reducir la emisión monetaria, está afectando fuertemente los créditos y la actividad económica. “La estrategia (subir al 38 por ciento el rendimiento de las Lebac) es hacer más atractiva las posiciones en moneda local para absorber pesos excedentes y evitar la dolarización de activos. Pero la contracara de todo esto es la suba del costo del endeudamiento, que afecta no sólo al propio Banco Central -por el alza del déficit cuasifiscal- sino también al sector privado (empresas y consumidores)”, indicó un informe del estudio Ecolatina. Agregó que “la suba de la tasa de interés (de las Lebac) sumado a la fuerte absorción de pesos de la economía eleva los costos de fondeo de las firmas, especialmente aquellas de menor tamaño, es decir, las Pymes”. La firma creada por Roberto Lavagna aseguró que otro elemento que potenció las tensiones en el financiamiento fue la desregulación de las tasas máximas que pueden aplicar los bancos sobre las líneas productivas y de consumo.

Los productos que suelen adquirirse con financiamiento registraron una fuerte caída de consumo en febrero. El informe de CAME sobre ventas minoristas estimó que las compras en indumentaria retrocedieron 5,3 por ciento interanual, en tanto que en los electrodomésticos la merma fue del 6,1 por ciento, en muebles del hogar (-4,2 por ciento), en juguetería (-2,9), en calzado (-5,3) y en alimentos y bebidas (-3,8). También se destacaron las bajas del 3,2 por ciento en bazar, del 3,6 en artículos de farmacia, del 3,3 en materiales de la construcción y del 4,5 en ferretería