FINANZAS › BANCOS CONTENTOS CON EL MECANISMO DE PASES DEL BANCO CENTRAL
La ruta del dinero
Parte de la abultada liquidez del sistema es absorbida por el Banco Central mediante pases, pagando una tasa del 2,5 por ciento anual. Entidades satisfechas con esa renta. Buscan una tasa de referencia.
Por Claudio Zlotnik
Representa la principal novedad financiera de los últimos meses. No sólo en lo referente a la operatoria en sí misma sino también, y sobre todo, por lo excepcional del volumen de dinero que se mueve a través de ella. Se trata de los pases del Banco Central, que a poco más de un mes de existencia concentran nada menos que un stock de 5000 millones de pesos. Para la autoridad monetaria, la reaparición de los pases dan cuenta de un paso más en la normalización del sistema financiero tras la catástrofe, al establecer una tasa de referencia para el mercado. Para los bancos, además, significan un buen negocio.
Existen dos tipos de pases: los activos y los pasivos. Mediante los primeros, el Central asiste con pesos a los bancos en momentos de falta de liquidez. Puede ocurrir, como en mayo pasado, que haya escasez de dinero, la tasa de interés suba, y el BC preste dinero barato a las entidades financieras. Desde el punto de vista del instituto emisor, la operación sirve para frenar el aumento en el costo del dinero. Para los bancos no es otra cosa que un salvataje: obtienen pesos desde la mesa de ubicada en Reconquista 266 muchos más baratos que los que conseguirían en el mercado.
Los pases pasivos funcionan a la inversa: los bancos le dan al BC el dinero que les sobra y obtienen una renta a cambio. En ambos casos, las Lebac y las Nobac funcionan como garantías subyacentes.
Desde que se pusieron en marcha estas operaciones, los pases pasivos son los que van ganando. Ya existe un stock de 5000 millones de pesos, como reflejo del excedente de liquidez de los bancos. No sólo de los privados. Buena parte de los pases fueron realizados por las entidades públicas, en especial el Nación, por ser el depositario del superávit fiscal. En total son once los bancos que operaron con el mercado de pases. Para ellos implica un buen negocio. Lo dicen las propias entidades: en un último reporte, los analistas del BBVA Banco Francés dio cuenta de ello. Explicaron que las licitaciones de Lebac de corto plazo habían desaparecido, desde fines del año pasado, “debido a que la tasa de corte se redujo a un mínimo”. Y a renglón seguido concluyeron que “en suma, el Banco Central está implementando una política de aumento de las tasas de corto plazo”. Los pases pasivos se están pactando a siete días a una tasa del 2,5 por ciento anual. Es un costo similar al que paga el propio BCRA por las Letras a seis meses de plazo.
Los técnicos del Banco Central se entusiasman la idea de lograr que la tasa de referencia sea efectiva para seguir reactivando el mercado crediticio. Se reflejan en las experiencias de Brasil, con la Selic, y de los “Fed Funds” de los Estados Unidos. Pero en la autoridad monetaria también destacan una faceta política: los funcionarios no esconden su desagrado por la política crediticia del Nación. Acusan que, a pesar de contar con liquidez, no aplicaban en el mercado todo lo que podían. Y que esa aparente mala praxis quedaría expuesta ahora con el lanzamiento de los pases. A pocas semanas de que se defina su futuro, Alfonso Prat Gay mueve sus fichas para mostrarse activo al frente del Central.