AGRO › EL IMPACTO DEL BOOM DEL CAMPO EN LA INDUSTRIA DE MAQUINARIA AGRíCOLA
Más fierros importados que nacionales
Por Susana Díaz
La industria productora de maquinaria agrícola sigue contándose entre los sectores de mejor evolución entre los retratados por el EMI, el Estimador Mensual Industrial que elabora el Indec. En un informe de la coyuntura sectorial en el primer trimestre del año difundido esta semana por el organismo estadístico, se destaca que las ventas de maquinaria para el campo crecieron, comparando con el primer trimestre del 2003, el 117 por ciento, pasando de transacciones por 269,4 millones de pesos a ventas por 584,8 millones. La comparación contra igual período de 2002 arroja un impresionante 1300 por ciento, pero se trata de una cifra que dice más sobre aquel año que sobre la evolución actual. El dato relevante es que los productores agropecuarios trasladaron parte del boom a la inversión. El grueso de las compras son cosechadoras, 59 por ciento, seguidas de lejos por los tractores, 17 por ciento, implementos, 15 por ciento, y sembradoras, 8 por ciento.
Esta expansión forma parte central del argumento de los defensores de la reprimarización de la economía local, pues es uno de los componentes del efecto multiplicador hacia atrás de la producción del campo. De mantenerse la tendencia de ventas se sumarían ventas por 2500 millones de pesos, o algo más de 800 millones de dólares, los que se reducen significativamente si se los considera en términos de valor agregado. Pero hay un pequeño dato a tener en cuenta; más de las tres cuartas partes de las ventas en los primeros tres meses del año fueron de máquinas importadas. Esto dejaría a las ventas locales anuales en menos de 200 millones de dólares. En el mejor de los casos, se trata de una producción que está lejos de ser significativa en términos del PIB local. Así, la hipótesis del efecto multiplicador hacia atrás de la actividad agrícola sobre el conjunto de la economía no es verificada por los datos locales de la producción de maquinaria e implementos agrícolas.
Lo notable es que el aumento paulatino de la importación comenzó a afirmarse a partir de 2003, cuando la producción nacional cubrió el 43 por ciento de la demanda. Esto significa que la industria local no pudo todavía capitalizar el tipo de cambio favorable. Sobre el total de las ventas del primer trimestre, 442,9 millones se destinaron a equipos importados y 142 a nacionales.
Las maquinas más caras son las cosechadoras y prácticamente la totalidad de ellas ingresan del exterior. De las 2345 máquinas de este tipo que se vendieron en 2003 sólo se fabricaron en el país 379. Si se considera el período más largo que va de enero de 2002 a marzo de 2004, el 42 por ciento del volumen de ventas correspondió a cosechadoras. También son mayoritariamente importados los tractores. Sobre 4102 unidades vendidas el año pasado, únicamente 549 salieron de fábricas nacionales. En cambio, casi la totalidad de las sembradoras salen de fábricas nacionales, en su mayoría pymes. En implementos también predomina la producción local, aunque en los últimos meses comenzó a ser notable el aumento de la oferta brasileña.