El hecho más relevante en materia bursátil de este año fue la puesta en marcha del nuevo marco regulatorio para el mercado de capitales. La reforma de la ley, la más profunda en cuarenta años, otorgó mayores facultades a los entes reguladores, acercó nuevos instrumentos financieros al pequeño ahorrista, a quien además protege de posibles abusos, integró los mercados bajo una misma plataforma, fijó pautas a los agentes y sociedades de Bolsa y desmutualizó su acceso. La implementación de la norma, que fuera aprobada en noviembre de 2012, tuvo resistencia de sectores concentrados que pretendían mantener la autorregulación y la hegemonía en el control del mercado. No obstante, finaliza un año con importantes avances en la materia y un muy fuerte crecimiento de las operaciones. En los últimos 12 meses, el financiamiento a través del mercado de capitales trepó a niveles record, de 48.800 millones de pesos, con un alza de 86 por ciento respecto del período previo.

Los intentos por frenar la aplicación de la ley mediante la presentación de amparos fueron impulsados por la Unión Industrial, la Asociación Empresaria Argentina (AEA), IDEA y hasta una línea interna dentro del Mercado de Valores. La oposición se focalizó en dos artículos que permiten la intervención de la Comisión Nacional de Valores en caso de que los derechos de accionistas minoritarios sean vulnerados en asambleas de las empresas. El argumento es que esas atribuciones desestimularían a las empresas la apertura de su capital en la Bolsa.

Pese a esas dudas, la CNV autorizó a principio de mes la oferta pública de la totalidad del capital social de la petrolera Pampa. Se trata de la primera autorización de oferta pública de acciones que se realiza en los últimos años y la primera desde la sanción de la nueva Ley de Mercado de Capitales.

La integración de los mercados, el mayor desafío que planteaba el nuevo marco, se cristalizó este año. El 30 de septiembre último, los mercados de valores de Buenos Aires, Rosario, Córdoba, Mendoza y Litoral, los de futuros (financieros y agropecuarios) Rofex y Matba y el Mercado Abierto Electrónico se integraron en una misma plataforma luego de un trabajo para homogeneizar precios y nomenclaturas. Esto permite que los más de 700 agentes que operan en las distintas Bolsas vean en pantalla los datos completos, en tiempo real y gratis, de todas las órdenes y operaciones que se cursen en los mercados. El inversor puede así operar en otros mercados y reducir costos. También hubo asociaciones privadas. El MerVal y el Bolsa porteña se unieron en la creación del B&MA, compuesto en partes iguales. Lo mismo sucedió con la integración de las Bolsas de Rosario y Chaco.

La casi totalidad de los agentes ya se inscribió en el nuevo régimen, el cual contempla mayores requisitos de capital como reaseguro para sus operaciones y clientes. Por último, el punto más ambicioso de la ley: esta semana se presentó la primera calificadora de riesgo a nivel local, que buscará competir con el oligopolio que ejercen Fitch, Moody’s y Standard and Poor’s. En la Bolsa de Comercio se lanzó la Agencia Calificadora de Riesgo Universidad Pública (Acrup), creada por la Universidad Nacional de Tres de Febrero.

Los cambios ampliaron el acceso al financiamiento de empresas. El nuevo financiamiento creció 128,9 por ciento, al pasar de 28,408 millones de pesos en 2012 a 65.043 millones este año, según datos de la Comisión de Valores. El monto en fideicomisos creció un 115,5 por ciento, a 34.671 millones de pesos, en obligaciones negociables aumentó en 146,5 por ciento (30.372 millones), en colocación de ON de pymes el aumento fue de 27,1 por ciento (183 millones) y ON en infraestructura y en energía creció un 286,7 por ciento (15.513 millones). El patrimonio administrado en Fondos Comunes de Inversión mejoró 58 por ciento, al totalizar 63.249 millones de pesos, mientras que los montos negociados en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires se incrementaron en un 50,7 por ciento, hasta acumular 28.405 millones.

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