AGRO › ESTIMACION DE LA SUPERFICIE SEMBRADA DE GRANOS
La soja, la favorita
Por Susana DIaz
La superficie sembrada del complejo oleaginoso aumentará un 7 por ciento en la campaña 2002/03 respecto del ciclo anterior, mientras la soja alcanzará la mayor extensión de cultivo en la historia del país. La estimación conocida esta semana fue realizada por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos. Quedaron así desterradas las oscuras previsiones de caída record realizadas a principios de año por algunos sectores, entre ellos, el de las multinacionales proveedoras de agroquímicos. Los pronósticos de ausencia de financiación fueron barridos por la realidad.
“Las primeras estimaciones de siembra de soja indican un incremento importante del área del 3 al 9 por ciento respecto de la campaña anterior (11,6 millones de hectáreas), lo que estaría arrojando un área de cobertura de entre 11,9 y 12,6 millones de hectáreas”, puntualizó la Secretaría. La explicación es conocida. Se trata de la “buena ecuación económica del cultivo”. No obstante, el negocio del campo siempre entraña riesgos. Y en la economía global, se agregan también los de otras latitudes. Para que la ecuación termine con los resultados esperados, deberán mantenerse vigentes las malas previsiones que pesan sobre el agro estadounidense. De todas maneras, el área sembrada de soja constituye un record histórico y la Argentina se consolida como el primer exportador mundial del producto.
El girasol, en tanto, “es el cultivo de cosecha gruesa que más aumentó en relación con la campaña 2001/02”, sostuvo Agricultura. El incremento previsto es del 20 por ciento, con lo que la superficie sembrada llegaría a los 2,5 millones de hectáreas. Al contrario de lo que ocurre con las oleaginosas, la Secretaría indicó que “para el maíz, se prevé una siembra de 2,96 millones de hectáreas, lo que representará una disminución del 4,2 por ciento respecto al área anterior”. Este dato se explica por dos razones: la primera, la mayor rentabilidad de otros cultivos; la segunda, las lluvias excesivas en la zona núcleo bonaerense que provocaron dificultades en su implantación.
En el trigo también existió una caída y se pasó de 7 millones de hectáreas a 6,1, una baja aproximada del 13 por ciento. Según la cartera de Agricultura, la producción final del cereal se ubicaría en 15,3 millones de toneladas, un 4,1 por ciento menos que en la campaña precedente. La merma del trigo acompañará la baja general de siembra de los cultivos de cosecha fina, tanto cereales como forrajeros, que, según el informe, “ocuparán un área inferior en 12 por ciento en relación con la campaña anterior”.