Enojo en Chile

Estoy de acuerdo con el artículo titulado “Política chilena y gas” (Artemio López, Página/12, lunes 31 de julio) respecto a que tenemos temas pendientes con Bolivia, y también con que nuestra política exterior –chilena– no ha sido de las más iluminadas.

Sin embargo, debemos considerar que el problema que tenemos con Argentina y su gas proviene de una promesa comercial de Argentina en el sentido de que tenían reservas de gas para exportarlas a nosotros. Chile confió en lo indicado por Argentina hace 10 años e hizo negocios por gas argentino en el entendido que Argentina tenía reservas suficientes para proveernos gas por cien años.

Hoy sabemos que Argentina no tiene tales reservas y si las hay, no tiene la infraestructura para explotar estas reservas y entregar gas a su población y exportar las cuotas convenidas a Chile.

Que Argentina importe hoy gas de Bolivia a un mayor precio que lo que exporta su gas a Chile es un tema que no nos atañe. Nosotros no hicimos ni creo que haremos negocios con Bolivia. Los hicimos con Argentina sobre una promesa de provisión de gas por mucho tiempo. Es como que Chile ahora prometa cobre a precio preferencial a Argentina por cien años ya que contamos con reservas ilimitadas y en diez años más les salgamos a Buenos Aires con que realmente no tenemos ese cobre y lo que le vendamos a partir de ese momento será más caro.

Nuestro problema no es con Bolivia por el gas, es con Argentina por haber confiado en algo que no era tal.

Patricio Pastor
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