La Comisión Europea multó con 138 millones de euros a Philips, Samsung e Infineon por participar en un cartel de fabricantes de chips para tarjetas en Europa entre septiembre de 2003 y septiembre de 2005. Renesas, entonces una empresa conjunta a manos de las japonesas Hitachi y Mitsubishi, también participó en el cartel pero no recibió sanción económica debido a que su cooperación con Bruselas permitió descubrir las maniobras. La alemana Infineon recibirá la multa más alta, 82,8 millones de euros, mientras que la holandesa Philips deberá pagar 20,1 millones y la surcoreana Samsung tendrá que hacer frente a un desembolso de 35,1 millones, después de que Bruselas redujera su sanción en un 30 por ciento debido a su cooperación en el caso.