La automotriz Volkswagen, el banco Sabadell y las aeronáutica Airbus y Boeing prohíben que sos empleados jueguen al Pokemon Go en sus instalaciones. Los portavoces de Volkswagen aseguraron que no lo hacen solo por el tiempo perdido y la distracción de sus empleados sino para evitar el espionaje industrial. A través del GPS, el juego utiliza la localización del lugar para adaptarlo a la realidad virtual y permite a cualquiera que conecte desde el exterior con ese teléfono acceder a un conocimiento constante de la localización y de su entorno. La app obliga al usuario a activar su cámara para capturar un Pokemon, con lo que tiene acceso a una imagen que, gracias al movimiento de búsqueda del teléfono, permite construir una copia tridimensional. La información que recogen en este proceso los jugadores se almacena en los servidores de Niantic, que se reserva el derecho de compartir esa información, por lo que puede legalmente traspasar a terceros los datos.