cash

Domingo, 25 de enero de 2004

LA RELACIóN COMERCIAL DE LA ARGENTINA CON CHINA

La aspiradora de la soja

Por C.S.

En apenas una década, entre 1993 y 2003, las exportaciones argentinas a China pasaron de 163 millones a cerca de 2500 millones de dólares el último año. Sin embargo, el verdadero salto cualitativo del comercio bilateral se produjo a principios de esta década y se reforzó con el ingreso de la potencia asiática a la OMC. La demanda de productos argentinos se triplicó desde 2000, el primer año con superávit desde 1991, duplicándose en 2003 en relación con el año anterior.
Los datos de la balanza comercial muestran una relación directa entre la expansión de la producción y exportación local de soja y el aumento de la demanda china. Las ventas de la oleaginosa pasaron de cerca de 800 millones de dólares en 2001 a más de 1200 millones en 2003, un aumento del 50 por ciento. En aceites de soja, el salto fue aún más contundente. Desde 1997, prácticamente China había desaparecido como destino, para reaparecer tras su entrada a la OMC. De apenas 6 millones de dólares en 2002 pasaron a venderse 226 millones en 2002 y 767 en 2003.
China se cuenta, entonces, entre los principales compradores de los primeros productos de exportación de la Argentina. Adquiere el 65 por ciento de la producción total de soja, el 20 por ciento de la de aceites de soja y representa un importante destino para la industria metalúrgica. La suma de estas tres exportaciones constituye el 85 por ciento del total sobre un número de 414 productos comercializados en 2003.
El ingreso de China a la OMC significó también la oportunidad de negociar y acordar la venta de artículos que hasta el momento padecían fuertes restricciones. Sectores como el lácteo, avícola, cárnico y frutícola fueron negociados a través de sus protocolos respectivos. También se obtuvo un listado de concesiones para el ingreso de granos, oleaginosas y carnes, productos que habían recibido un trato discriminatorio en el pasado.
El efecto de la demanda china es también indirecto, pues el precio excepcional que actualmente posee la soja no es sólo consecuencia de la caída de la producción en el Hemisferio Norte sino también de la existencia de una demanda sostenida inducida por el consumo chino. Se trata de un país que debe alimentar al 23 por ciento de la población mundial con el 7 por ciento de las tierras cultivables y que, además, se encuentra en un acelerado proceso de urbanización, con el consecuente aumento tendencial de la presión sobre su sector agropecuario. La misma urbanización supone además el ascenso de nuevos sectores medios con demandas de consumo más diversificadas. La consolidación como potencia industrial garantiza la demanda constante de materias primas y bienes intermedios de todo tipo. Así, la demanda china actuó en los últimos años fortaleciendo los precios internacionales de las commodities y frenando el “deterioro de los términos del intercambio” centro-periferia.
Que la industrialización china sea un proceso en desarrollo supone que el market share no debe ganarse expulsando a otros competidores, sino simplemente ingresando al mercado. Que el grueso de las decisiones continúe pasando por el gobierno implica que no debe tratarse con una multitud de compradores sino que las negociaciones, y por lo tanto las estrategias comerciales, pueden concentrarse inicialmente en un solo comprador: el gobierno chino. No obstante, la tarea no termina allí, pues el sector privado de la economía crece aceleradamente.
En este punto, las limitaciones al aumento de la participación de la Argentina en el mercado asiático comienzan a estar en relación con su propia estructura productiva. Si el modelo es la continuidad de la reprimarización económica consolidada en los ‘90, el país, como mero proveedor de commodities, podrá disfrutar del mercado chino sólo en su etapa de despegue, dejando a terceros países el resto del mercado. Sin embargo, todavía es posible que la estrategia sea otra y aprovechar lademanda potencial para impulsar sectores incipientes o en vías de consolidación, entre los que se destacan vinos, autopartes, maquinaria agrícola, software y servicios tecnológicos.

Compartir: 

Twitter

 
CASH
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.