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Domingo, 21 de enero de 2007

TRES EXPERIENCIAS DE EMPRESAS EN EL INTERCAMBIO BILATERAL

La aventura de descubrir mercados

Emege SA

Emegé fue fundada hace 70 años por Manuel Gak para producir artefactos para iluminación eléctrica y calefones de alcohol. Con la expansión de la red de gas natural, Emegé lanzó a comienzos de los ’60 calefactores de tiro balanceado. Hoy produce cocinas, ventiladores de techos, patio heater, termotanques, aire acondicionado y forzador de agua caliente. Su director, Sebastián Gak, la define como “una familia de industriales argentinos” con aproximadamente 250 trabajadores. En los últimos años, la empresa “creció exponencialmente”, aseguran en Emegé, incorporó innovación, tecnología y una estrategia de internacionalización. En ese marco, llegó a Africa del Norte y Sudáfrica, donde maneja una red de operadores desde 2002. Según Gak, con las ventas a los africanos “ganamos en comprensión de culturas diferentes, en virtudes comunes y en confianza”.

CON-AID SA

Desde 1991, Con-Aid Argentina es representante en Latinoamérica de la sudafricana Cond-Aid International, una empresa con casi 30 años de trayectoria. Actualmente, opera también en Estados Unidos, Canadá y Asia. CON-AID se dedica a la construcción de suelo rústico en zonas pobres y bases de pavimento, y en los últimos años tuvo un crecimiento regional del 25 por ciento en colocación de tecnología. “Recibimos tecnología y productos de Sudáfrica en una materia en la que son líderes, lo que nos permite hacer caminos de tierra a bajo costo con resultados rápidos para resolver problemas a la gente humilde”, aseguran en la compañía. Esta es una de las pocas experiencias de complementación entre Argentina y Sudáfrica. Otros casos son la minera Anglo Gold, la pesquera Alpesca, el Standard Bank, reciente comprador del Bank Boston, la papelera Mondi y Sudafrican Airways.

Flora-Danica

Los inicios de Flora Dánica en Argentina datan de principios de siglo. En su trayectoria, tuvo que sortear los obstáculos de la Segunda Guerra Mundial y varias crisis económicas. Pero creció en cantidad y diversificación de sus productos lácteos y para la industria alimentaria. Aunque no logró aprovechar al máximo la diferencia entre el aumento de los precios y el retraso de los costos en 2002, incrementó sus exportaciones en los últimos años a un promedio del 10 y 20 por ciento anual. Hoy exporta productos a Angola y Guinea, pero “pretendemos ampliar las operaciones hacia otros mercados del Oeste africano”, expresó el gerente de Exportaciones de la compañía, Santiago Tommasi. “Consideramos que Africa es un continente atractivo con una importante población que consume nuestros productos”, señaló.

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