Marcelo Fielder
Secretario ejecutivo de la Sociedad Rural

“El problema es la concentración”

“En el corto plazo el productor ganadero no va a sentir el impacto de las últimas compras de frigoríficos. El problema principal es la tendencia hacia una mayor concentración. Si los inversores extranjeros siguen comprando empresas exportadoras, en el futuro podrían terminar imponiéndole las reglas del juego al resto de la cadena. No parecería, en cambio, que estuvieran en condiciones de dominar la venta al mercado interno, pero es algo que hay que tener en cuenta para cuidarse, pues su objetivo es expandirse en todos los mercados. Ahora bien, lo que hay que hacer es desarrollar estrategias para que los empresarios nacionales estén en igualdad de condiciones con inversores de otros países y no tengan que vender las empresas. Hace algunos años, Argentina era el jugador más importante que había en cuanto a calidad y cantidad de carne y Brasil no era muy importante, pero gracias al apoyo del Estado empezó a mejorar su calidad, a exportar y a comprar frigoríficos en el país. El gobierno argentino hizo todo lo contrario. La venta de Quickfood es el mejor ejemplo de eso. Es una mosca blanca dentro de un negocio que no es de los más puros y castos. Es una empresa exitosa, hace todo por derecha. Cuida a sus empleados y sin embargo se vio obligada a vender porque no tuvo apoyo.”

Raúl Rivara
Ministro de Asuntos Agrarios de la Provincia de Buenos Aires

“Pueden perjudicar al productor”

“Las compras de frigoríficos que vienen llevando adelante los inversores extranjeros van a generar una mayor concentración y un cierto temor con respecto al manejo de los precios. Hay una dispersión en el número de frigoríficos, la demanda de los más grandes es claramente mayoritaria. Hay industrias que pueden faenar más de 1000 animales por día y otras apenas 40. Si decidieran acordar acciones comunes podrían perjudicar al productor. Además, el país está perdiendo una compensación que había recibido de parte de la Unión Europea porque la Cuota Hilton está quedando en manos de frigoríficos extranjeros, fundamentalmente brasileños. Los frigoríficos se creen los propietarios de las cuotas, pero en realidad es del Estado argentino y si se la doy a una firma extranjera en rigor dejo de tener el beneficio. Desde un punto de vista estratégico esta situación merece nuestra atención. Una alternativa para evitar esta situación es licitar la cuota y otorgársela a los frigoríficos que estén dispuestos a pagar el canon más caro para obtenerla, poniendo límites de toneladas para cada firma. Una vez que se le asigna paga una seña y el resto del dinero lo abona cuando embarca la mercadería. Con ese dinero la Secretaría de Agricultura puede financiar el Plan Ganadero.”