¿Por qué decidieron vender?

–Nunca pusimos en venta la empresa, pero igual hemos recibido ofertas de inversores estratégicos que en su momento fueron desestimadas. En esta ocasión se recibió una nueva oferta y la misma se está evaluando y negociando.

¿Por qué el negocio resulta rentable para una empresa extranjera y no para una nacional?

–Los últimos dos años han sido muy difíciles para el sector de la carne por políticas que no han sido amigables para la inversión. La intervención del Gobierno en materia de precios y las restricciones a la exportación han puesto un obstáculo importante para el desarrollo de las empresas. No obstante, mi interpretación es que no es posible que este tipo de políticas sean duraderas y me parece que los inversores extranjeros están pensando de la misma manera. Apuestan a futuro.

Si esa es la percepción, ¿por qué venden?

–No todo el mundo tiene la misma visión porque sino no existirían compras y ventas. Las diferentes percepciones hacen que el activo sea un poco más valioso para el que compra que para el que vende.

Usted habla de políticas poco amigables, pero el dinero que están pagando los inversores hace suponer que la carne es un muy buen negocio.

–Hay dos factores que ayudan a entender esto. El real brasileño tiene un valor muy conveniente y eso hace que su poder adquisitivo sea más alto que el de su promedio histórico. Además, en Brasil existe un mercado de capitales muy abundante y la política financiera del banco de desarrollo nacional le facilita a las empresas brasileñas este tipo de decisiones. En Brasil hay una política de Estado para que su industria de carnes se convierta en regional e idealmente global. No sólo compran en Argentina sino también en Uruguay, Paraguay y Chile.

Más allá de las perspectivas regionales y globales, en Argentina también se gana plata.

–Desde ese punto de vista, uno también podría decir que el mejor momento para vender es cuando la empresa gana mucho porque es más valiosa. Si uno tiene que salir a vender cuando está perdiendo mucha plata termina ofreciendo un activo poco atractivo.