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La heterogeneidad en la industria se refleja en el análisis sectorial, que detallaron a Cash expertos en cada área. El sector automotor es optimista de cara a los próximos meses. En la construcción se mantiene la incertidumbre por el mercado cambiario, pero podría observarse una recuperación si los créditos hipotecarios del Pro.Cre.Ar cosechan buenos resultados y mejora el desempeño de la obra pública. Esos sectores son pilares de la manufactura.

- Automotriz: “El principal responsable de la caída del 15 por ciento en la producción es Brasil. Su demanda se retrajo, pero además aplicaron medidas de restricción comercial. También el esquema local de control a las importaciones generó incertidumbre hasta que entró en funcionamiento. Fue un cóctel explosivo, aunque no caímos tanto frente a 2011, el mejor año de nuestra historia. Los mercados de México, Estados Unidos, Alemania y Francia se recuperan, mientras que los brasileños, con las recientes medidas de impulso a su industria, nos aseguran que va a haber demanda. Lo peor ya debería haber pasado. Somos prudentemente optimistas y el segundo semestre debería ser mejor que el primero”, explicaron ejecutivos de la industria a este suplemento. A nivel de empleo, hubo suspensiones en Fiat y Renault, y el resto eliminó las horas extras de los sábados. No se registraron despidos.

- Construcción: “El primer semestre fue peor que otros. Se explica por ciertas demoras en la ejecución de la obra pública nacional y la incertidumbre en las obras privadas por la desdolarización del mercado. Los costos de construcción están en pesos al igual que los contratos, pero la situación en el mercado inmobiliario, que sí está dolarizado, genera un efecto cadena negativo. El empleo en general no creció, pero tampoco hubo despidos. La obra pública ya repuntó, el mercado debería comenzar a acomodarse al nuevo esquema cambiario y el Pro.Cre.Ar podría impulsar la actividad en el interior del país. Por eso somos cautelosos, pero razonablemente optimistas para el segundo semestre”, analizó Fernando Lago, director general de la CAC.

- Alimentos y bebidas: “El nivel de actividad en el mercado interno se mantiene, pero hay sectores complicados con la exportación, como pesca, arroz, frutas, carnes y pescados, por la contracción de Brasil, Europa y Rusia. Hay problemas de competitividad en vinos, aceitunas, lácteos, yerba y té y de ingreso a otros mercados, como el brasileño, en frutas y caramelos”, indicó Daniel Funes de Rioja, presidente de la Copal. En el acumulado del año la actividad subió 2,6 según el Indec. El empresario advierte también que muchas firmas pretenden acortar los plazos para liquidar las divisas de las exportaciones. En el terreno laboral, Funes de Rioja indica que “bajaron las horas extra y hay algunas suspensiones, pero no hay despidos”.

- Textil: “Se observa un renovado proceso de sustitución de importaciones a partir de noviembre de 2011. El cepo cambiario implicó una devaluación encubierta para todo el segmento que compite con el mercado informal, porque el contrabando se encareció. Los controles a las importaciones, a su vez, potenciaron el efecto. En ese contexto, TN-Platex, el mayor productor textil del país, reactivó las dos plantas que tenía paradas e incorporó en abril 500 personas, similar a lo que sucedió en Mafissa”, explicó Mariano Kestelboim, director ejecutivo de la Fundación ProTejer. El Indec mostró una baja acumulada de 3,1 por ciento en el año.

- Química y petroquímica: “El desempeño es positivo por la buena disponibilidad de materias primas. Se reconstituyeron stocks porque tuvimos gas por las buenas temperaturas en abril y mayo. La nueva YPF genera un horizonte positivo si es que desarrolla una política exploratoria que aumente las reservas probadas. No han habido despidos ni suspensiones”, aseguró José María Fumagalli, director ejecutivo de la Cámara de la Industria Química y Petroquímica. Las ventas al mercado interno, según la entidad, crecieron 4 por ciento, pero cayeron 5 por ciento las exportaciones.

- Metalmecánica: “La producción cayó por el freno en la construcción y la retracción de Brasil. También impacta la incertidumbre económica, que retrasa la compra de bienes de capital y equipos. La inversión en el sector está estancada, porque las empresas no ven en el corto plazo un escenario claro. Los sectores mano de obra intensivos formalizados tienen problemas por la suba de costos en dólares. Por eso incluso en 2011 había crecimiento pero caían las exportaciones”, explicaron desde Adimra. Aseguran que “empiezan a verse despidos y deterioro en las condiciones laborales”. Presentaron al Gobierno un plan para solicitar que el Ministerio de Trabajo aumente la entrega de Repro para sostener los puestos de trabajo. Según el Indec, el acumulado del año para el sector muestra una suba de 2,5 por ciento.

- Electrónicos: “No estamos creciendo al ritmo del año pasado, pero la situación no es recesiva. Trabajamos para el mercado interno y la política comercial nos protege. El nivel de empleo es semejante al de 2011, no hay creación ni despidos”, indicó el titular de Afarte, Alejandro Mayoral.

- Plástico: “Hay una desaceleración aunque no muy marcada, por la baja de la industria automotriz, alimentos y electrónica. Las inversiones están frenadas, pero cuando se rearme el ciclo se van a recuperar. Hay algunas suspensiones y se eliminaron horas extras, pero ningún despido”, señaló Héctor Méndez, titular de la Cámara Argentina de la Industria Plástica (Caip).

- Siderurgia: En la medida en que gran parte de la producción del sector se dirige al mercado interno para abastecer a la industria de maquinaria agrícola, bienes de capital, automotriz y la construcción, la siderurgia sintió el impacto de la dinámica general. Según el Indec, cayó 1,6 por ciento de enero a mayo