“Pienso que cantar no es, o no debería ser, solamente emitir bellos sonidos. No basta con eso”, sentencia Miryam Quiñones, notable cantora peruana. Es por eso que, cada vez que le dan a elegir una frase que la pinte de canto entero, ella elige aquella de “Manifiesto”, el tema Víctor Jara: “Yo no canto por cantar, ni por tener buena voz, canto porque la guitarra tiene sentido y razón”. “Y sí, para mí siempre ha sido como una declaración de principios. La frase resume lo que el canto significa también para mí, desde mi modo de ver y sentir. Pienso que una canción debe intentar aportar algo a aquel que la está escuchando, debe emocionar, sensibilizar, y procurar dejar algo bueno en ese ‘otro’ que está frente a nosotros”, justifica la peruana que intentará refrendar en hechos musicales sus palabras, hoy a las 21 en Circe, Fábrica de Arte (Córdoba 4335), en un espectáculo que tituló Ritmos y canciones del Perú”.

“La idea del concierto es hacer un recorrido, como una especie de línea temporal, a través de la obra de algunos de los cantautores peruanos más representativos del último siglo en mi país. Es una propuesta muy interesante, en la que se puede apreciar en gran medida el panorama de la canción de autor en el Perú”, informa Quiñones, en obvia referencia a los compositores cuyas obras traspasará a su versátil voz: Nicomedes Santa Cruz, Chabuca Granda, Kiri Escobar, Andrés Soto, Javier Lazo y Omar Camino, entre ellos. “El repertorio está conformado por canciones que llevan la impronta peruana en su musicalidad y ritmo. Ofreceremos landós, festejos, panalivios, valses, toda una amalgama de sonoridades netamente peruanas, combinadas con la lírica reflexiva y poética que suelen proponer estos cantautores”, adelanta la cantante.

En el concierto estará acompañada por Rafael Delgado en cello, Diego Norris en guitarra y Magalí Falcoff en percusión. “Con ellos procuramos hacer versiones que tengan un estilo propio en las canciones que elegimos para interpretar, y el hecho de contar con una banda conformada en su mayor parte por músicos argentinos, y cada uno de ellos de un palo diferente, además, hace que todo tenga una impronta distinta, ya que los chicos aportan muchísimo al desarrollo de los arreglos de los temas”, sostiene esta prolífica intérprete que lleva grabados ocho discos a la fecha, y fue recientemente premiada por el Fondo Argentino de Desarrollo Cultural (reconocimiento que le permitirá viajar al Festival Jazz de Seúl, en abril). “Como hacemos en todas partes, vamos a llevar las creaciones de esos autores que queremos tanto”, sostiene Quiñones, mientras califica en sintonía. Piensa a Nicomedes como “un ícono de la cultura afroperuana”; dice de Chabuca que “fue una mujer que rompió esquemas en todos los sentidos” y del Kiri Escobar, que sostiene aquel legado en alto. “El Kiri es un muy querido cantor, heredero de toda esta tradición”, finaliza la cantora, que proyecta publicar en breve su noveno disco, poblado por buena parte del repertorio que está mostrando por el mundo.