Sábado, 12 de enero de 2008 | Hoy
DANZA › ALICIA FIURA Y NESTOR SPADA EN EL BORGES
Por Carolina Prieto
En la jerga del flamenco, se dice que un espectáculo es “bien flamenkito” cuando rescata la raíz del género. Y ésa es la intención de la nueva obra de Alicia Fiura y Néstor Spada, una pareja de bailaores, docentes y coreógrafos formados junto con grandes maestros del género como los españoles Alejandro Granados, Yolanda Heredia, Eva Yerbabuena y La China. Debutaron en 1996 e iniciaron una carrera que los llevó por Latinoamérica y Japón. En Bien flamenkito, su décimo trabajo, apuntan a desplegar toda la fuerza y el placer del baile a diferencia del anterior, Flamencura, presentado del 2004 hasta el 2006 con un criterio de puesta en escena más teatral. “Queríamos hacer algo bien centrado en el baile, en el placer de subirse al escenario. Esta obra se acerca un poco al tablao, pero con más cuidado y rigor. Tiene una gran exigencia técnica y está a mitad de camino entre la intimidad del tablao y la apertura de las salas tradicionales”, destaca Spada.
En la sala III del Centro Cultural Borges (Viamonte esquina Maipú) harán lo suyo junto a Hernán Diéguez en guitarra, Maximiliano Anastasi en cante, Marcelo Aronson en cajón peruano y los bailaores Rocío Pérez y Darío Oliva. “Son todas coreografías nuevas. Abrimos con un martinete, uno de los palos o ritmos del flamenco que proviene de las fraguas, allí donde trabajaban los herreros, quienes usaban un único acompañamiento de percusión: el yunque o fierro que hacían sonar con un martillo. Después habrá tangos, bamberas (que es un ritmo más liviano y aireado), las alegrías que interpretará Néstor y yo bailo unas guajiras con bata de cola y abanico”, dice la intérprete. Ambos coinciden en la importancia de “no creerse ni españoles ni gitanos, de no mentir”, ya que “arriba del escenario se ve todo”, y en distinguir el virtuosismo técnico de la raíz flamenca. “Hacer diez giros o zapatear como loco puede ser impresionante pero no deja de ser una destreza, como tantas que se pueden ver en un circo –comenta Spada–. Con menos despliegue, hasta se puede emocionar más.” Según ellos, la movida de las rumbas, de grupos y solistas como Gipsy King y Joaquín Cortes atrajo muchísimo público pero descreen de que hagan verdadero flamenco. Como la corriente for export del tango, para consumo casi exclusivo de turistas que desconocen las raíces del género, en el flamenco sucedería lo mismo: “Está bueno que la gente vaya y los vea, pero también es bueno que sepan que hay otras cosas, más cercanas a la esencia del género”, señala Spada, ex integrante del Ballet del Teatro Avenida, donde fue dirigido por Angel Pericet para luego formar parte de su compañía. “Hay público interesado y de a poco los productores se van animando a invertir, aunque lo nuestro sigue siendo independiente”, agrega.
En forma paralela a la creación de espectáculos, la dupla se dedica desde hace una década a la docencia. El Consejo Argentino de la Danza los distinguió con un diploma de honor por la tarea que desarrollan en el país, Brasil, Uruguay y Perú; y los años de clases los alertan sobre ciertos fenómenos. “Siempre faltan hombres, por el prejuicio de que bailar no es cosa de hombres, cuando en realidad es un baile de gran virilidad”, comenta Fiura, invitada por la compañía de la madrileña Soledad Barrio para participar del espectáculo Noche flamenca.
* Bien flamenkito: viernes y sábados de enero y febrero a las 21 en el Centro Cultural Borges (Viamonte y San Martín), sala III, entradas desde $ 20.
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