Justo cuando los rumores de la reunión de Led Zeppelin terminaron de acallarse, el ex cantante de esa legendaria banda, Robert Plant, y la violinista y vocalista de country Alison Krauss resultaron los grandes ganadores en 51ª edición de los premios Grammy. Plant y Krauss, que actuaron durante la ceremonia del domingo pasado en el Staples Center de Los Angeles, se llevaron las preciadas estatuillas al Album del Año (por Raising Sand, su disco en conjunto) y a la Grabación del Año (por la canción “Read the Letter”), además de otros tres por Album de Folk Contemporáneo, Colaboración Country con Letra (por “Killing the Blues”) y Colaboración Pop con Letra (por “Rich Woman”).

“Venimos de lugares muy distintos del mapa musical y tenemos muchas cosas que nos diferencian, pero disfrutamos nuestra vida y este disco me ha enseñado muchas cosas que desconocía”, aseguró Plant después de la ceremonia. Con los premios cosechados el domingo, su compañera Alison Krauss se convirtió en la tercera mayor ganadora de Grammy de la historia: lleva 26, igual que el francés Pierre Boulez, y sólo la superan Georg Solti (31) y Quincy Jones (27). “Todavía estoy impresionada por poder dedicar mi vida a esto”, dijo la cantante estadounidense, de 37 años. “Me siento afortunada tan sólo por eso, aunque todo el proyecto resultó muy interesante.”

El segundo en la tabla de Grammy obtenidos fue el rapero Lil Wayne, que se llevó cuatro de las ocho categorías en las que estaba nominado: Album de Rap (por Tha Carter III), Actuación Individual de Rap (por el tema “A Milli”), Canción Rap (por “Lollipop”) y Colaboración Rap (por “Swagga Like Us”). Otros que acumularon galardones fueron los británicos Coldplay, quienes resultaron ganadores a la Canción del año (“Viva la vida”, la misma por la que Joe Satriani les hizo juicio por plagio), a la Interpretación Pop de Dúo o Grupo y al Album de Rock (Viva la vida or Death and all his Friends). Radiohead, próximos visitantes de Buenos Aires, sólo ganaron en la categoría Album de Música Alternativa, pero imantaron con su performance de “15 Step” en su primera presentación en los Grammy. Adele y Duffy, dos vocalistas aparecidas tras el éxito de Amy Winehouse, consiguieron los premios a la Revelación y al Album de Pop Vocal, respectivamente.

Todo ello en una gala demasiado larga –tres horas y media para entregar diez estatuillas–, cuya primera actuación corrió a cargo de los irlandeses U2. Aunque no aspiraban a ningún premio, presentaron “Get on your Boots”, el adelanto de su nuevo disco, No Line on the Horizon. Uno de los momentos más vibrantes de la gala lo protagonizó Sir Paul McCartney, quien con su bajo dio el toque beatle con “I Saw her Standing there”, con la ayuda de Dave Grohl, hoy líder de Foo Fighters, quien volvió a tocar la batería como en sus tiempos en Nirvana.

Entre los hispanoparlantes, el omnipresente Juanes se llevó el premio al Album Pop Latino por La vida... es un ratico, los mexicanos Jaguares se alzaron con el de Rock Latino o Alternativo y los reggaetoneros Wisin y Yandel resultaron ganadores en el género Latino Urbano con Los extraterrestres. Hay que recordar que los Grammy son premios entregados por la industria discográfica a quienes mejor hicieron los deberes en las registradoras y que su obtención siempre genera un nuevo impulso en las ventas para los ganadores. Lo antedicho no es, obviamente, un cuestionamiento a la calidad de los artistas: más allá de los gustos, nadie se atrevería a poner en duda los logros de músicos como Robert Plant, B. B. King, Peter Gabriel, Burning Spear, Dr. John o Pete Seeger, todos ellos ganadores el domingo.