Desde hace más de seis años, Wainraich encabeza Metro y medio, el programa de humor que por Radio Metro se emite diariamente (de 18 a 21). El conductor dice que, pese al paso del tiempo, el programa es un lugar que “disfruta un montón”. Acompañada por Julieta Pink, Peto Menahem, Pablo Fábregas y Martín Reich, Wainraich cree que la clave de Metro y medio es el equipo de colaboradores. “Ninguno de mis compañeros es normal”, afirma. “Todos tienen algún rasgo más que los vuelve extraños, y eso al aire garpa mucho. Por ejemplo, Reich no es sólo un periodista deportivo. Se viste ridículo, tiene una vida enquilombada... Metro es una radio de autor. Todos tenemos particularidades, pero acá las exprimimos al máximo y nos dejamos exprimir. Todos tenemos un rasgo caricaturesco”, confiesa. “En mi caso, me meto desafíos mentales boludos que me condicionan. Por ejemplo, cuando Estudiantes jugó la final del mundo con Barcelona, estaba viendo el partido en Pilar y Estudiantes ganaba 1 a 0. Se largó una tormenta y se cortó la tele, y yo sentía que si no veía el partido Estudiantes iba a perder. Y perdió. Y estoy casi seguro de que fue porque no vi el partido. Lo comenté en la radio y la gente se prendió. Pero, en realidad, es un drama: no la pasa bien una persona que calcula de la nada todo el tiempo esas cosas. Pero si no lo convertimos en comedia vivimos con una angustia impresionante. La radio es una especie de terapia para mí y un alivio para el que lo escucha, que se identifica o se da cuenta de que hay locos en peor estado que uno.”