Los venezolanos que caminan por el Parque del Este, donde mañana termina la III Feria Internacional del Libro de Venezuela, Filven, se detienen ante una de las carpas para observar el mural sobre la vida del Che. Miguel Rep dibuja y pinta a la vista de todos. En una gruesa madera de cuatro metros por dos, las nueve viñetas dispersas sobre un fondo con vegetación van componiendo un relato ideológico-literario que el dibujante argentino quiere ofrecer sobre el líder revolucionario, a 40 años de su asesinato en la selva boliviana. En esta obra de fuerte impacto visual aparece Guevara con su hija en brazos, mientras le está leyendo un cuento, rodeado de una inmensa biblioteca; con su amigo Alberto Granado en el Mambo Tango, cuando ambos se van del leprosario, navegando por un “río de letras”, una carta escrita por el Che; con un libro de Goethe y otro de Vallejo. En la viñeta central, en medio del mural, sobre un fondo negro en el que se destaca, con letras blancas, una poesía que tenía anotada en el cuaderno que los militares bolivianos encontraron en su mochila cuando lo capturaron, el Che yace sobre un camastro. Si la foto de la muerte del Che fue comparada con la escena de un Cristo bajado de la cruz, en esta postal Rep, lejos de la iconografía cristiana, confiesa que quería “raspar” sobre negro. “Me dominó la plástica, hacer un cuadro negro con línea blanca, por sobre la idea de la muerte.”

“Mi Che es tierno, sensible, intelectual... Sólo en una de las postales aparece el ‘guerrillero heroico’, inspirado en la famosa foto de Korda” –cuenta Rep a Página/12–. Nunca es una figura dogmática; es un Che muy argentino, bien clase media lectora con veleidades literarias.” No es la primera vez que Rep realiza murales; ya estuvo en Madrid, La Habana y en el Distrito Federal de México, y en febrero del próximo año estará en Barcelona, pintando un mural sobre la transición española. Con este mural vuelve sobre varias etapas de la vida de Guevara: su infancia, los viajes por Latinoamérica, su rol como padre, su papel en la revolución cubana, su pasión por los libros y la poesía y su muerte. Excepto por los matices de verde, que utiliza para pintar la vegetación, y el rojo, para la estrella socialista, en el mural prevalecen el negro y blanco. “El verde del Parque del Este se metió en lo que estaba pintando”, agrega Rep, sentado a la mesa donde tiene una libreta con los bocetos de los dibujos, varios acrílicos de colores y lápices de diversos tamaños.

“Pintar al Che es difícil; caer en la figura para el póster es el peligro”, advierte Rep mientras con uno de sus lápices retoca detalles de una de las viñetas del mural, que sólo percibe el buen ojo del dibujante. “El Che era un argentino inquieto y voluntarioso, y creo que el asma está relacionado con el origen de esa voluntad”, sugiere el dibujante, que mañana, en el cierre de la feria, presentará su libro Contratapas, una selección de sus mejores tiras publicadas en Página/12. “Cuando acepto hacer un mural sobre alguien lo dibujo como si dibujara a mis amigos. No es un Che dogmático ni sanguinario, a pesar de que haya sido un militar y guerrillero”, aclara. “Hacer un mural es un acto de desprendimiento desde el mismo momento en que acepto hacerlo, es algo que tiene que tener narración y un fuerte impacto visual”, añade el dibujante.

Rep plantea que el objetivo del mural es que la gente tenga ganas de seguir por su cuenta “la ruta del Che”, que estas postales disparen el interés por seguir conociendo la vida de Guevara. “Me gustaría que la gente tratara de entrar al Che por mi mural, que no se queden sólo con la foto de Korda –precisa el dibujante–. No me gusta el Che inalcanzable; esto no es un mural del PC, no es un Che congelado.” El work in progress de Rep terminará mañana. El mural será donado al Centro Cultural La Casa del Obrero, en el popular barrio de Catia, donde también se enviarán los libros que se exhiben en el stand argentino. “Detesto al Che de bronce; admiro al Che con humor, a ese porteño ácido, de pocas palabras y mucha acción –explica Rep–. Todo lo contrario de la izquierda argentina, a la que le sobran palabras, pero le falta acción.”