Sábado, 28 de marzo de 2009 | Hoy
MUSICA › ENTREVISTA A JANICK GERS, GUITARRISTA DE IRON MAIDEN
En la segunda fecha del Quilmes Rock, el grupo, una leyenda del heavy metal inglés, efectivizará su quinta visita a la Argentina. “No tengo idea por qué somos tan reconocidos, sólo tocamos y logramos una conexión con el público”, dice el músico.
Por Matías Córdoba
¡Esas tapas! Primero se vio a un trastornado mostrando su horrible dentadura; después a una calavera surcando un cielo plomizo de ciencia ficción, y luego, soldados destrozados al costado de un descampado. Iron Maiden, el grupo conformado por el cantante Bruce Dickinson, los guitarristas Adrian Smith, Janick Gers y Dave Murray, el bajista Steve Harris y el baterista Nicko McBrain llega (¡otra vez!) para presentar hoy en el estadio de Vélez Sarsfield todos sus clásicos, en la segunda jornada del Quilmes Rock, junto a Sepultura, Lauren Harris Band y los créditos nacionales de O’Connor y Horcas.
En una comunicación telefónica, con una voz serena, el guitarrista Janick Gers (ex White Spirit) habla del país: “Siempre que fui a la Argentina tuve una estadía excelente. En los ’90 vimos una ciudad hermosa. Es increíble cómo la cultura está presente en el ambiente de Buenos Aires, eso siempre lo recuerdo”. A pesar de la declaración, el predicamento de Iron Maiden no llegó a influir a gran parte de la escena heavy metal argentina. No como lo hicieron AC/DC, Led Zeppelin, Black Sabbath o Mötorhead, por ejemplo. Es que esa misma prédica tiene que ver más con la épica de los ’80, con algunos toques sinfónicos de Genesis o Queen. “Reconozco que Iron Maiden influyó a Paul Rodgers”, se sincera Gers.
–Sin embargo, entre el público argentino, Iron Maiden es uno de los grupos con más fanáticos. ¿Cómo puede explicar eso?
–No lo sé. No tengo idea por qué somos tan reconocidos, sólo tocamos y logramos, sin dudas, una conexión con el público. Eso puedo notarlo cuando estamos arriba del escenario. Hacemos lo que hacemos y lo disfrutamos. Con el correr de los años, mientras fuimos creciendo, tuvimos mucha suerte. Somos una banda muy honesta y no vamos hacia el cliché de la estrella de rock. Somos tipos normales que tocan música, todos en la banda compartimos la misma idea y eso tal vez pueda ser una de las razones que tenga la gente para ir a vernos.
¡Esos recitales! Hace cuatro días, en este diario, se escribió sobre las figuritas repetidas: aquellas bandas de rock que visitaron la Argentina y fabricaron una relación estrechísima con el público, al punto de sentirse locales. Eso pasa con Kiss, The Rolling Stones, U2 y Oasis, cada vez que pisan suelo argentino. Y también con la Dama de Hierro, que llega al país por quinta vez. “En el show de Buenos Aires vamos a tocar todo lo que tenemos, nuestros clásicos, los temas nuevos. Nosotros nunca repetimos el mismo show en las giras. Siempre es muy bueno ir a la Argentina”, confía Gers.
–En su visita de 2001, después de que tocaron “The Trooper”, Bruce Dickinson comenzó a flamear la bandera británica y el público lo abucheó, ¿repetirán lo mismo esta vez?
–Vamos a tocar “The Trooper” porque es uno de nuestros clásicos. No podemos no tocarlo. Pero nosotros no somos la típica banda que quiere involucrar la política en nuestras canciones. Además, “The Trooper” no tiene nada que ver con la guerra de Malvinas. No quisimos generar problemas cuando Bruce agarró la bandera. Nunca, nunca seríamos capaces de hacer algo así, no fue algo premeditado. Nuestra idea es no lastimar a nadie con algunas expresiones sobre el escenario con la canción. No somos esa clase de banda, la tocamos de la misma manera en cualquier lugar donde vayamos. Recuerdo que hubo una o dos veces que se malinterpretó; pero me parece que hay que tomar a la canción por lo que la canción es.
Una de las características de la banda fue el inconstante ir y venir de los miembros. Sólo Dave Murray y Steve Harris participaron de las grabaciones de todos los discos del grupo. El resto se fue, luego volvió, como si Iron Maiden fuera la primera novia de cada uno. ¿Esa fue la fórmula para mantener al grupo vivo durante casi treinta años? “No creo que Iron Maiden haya subsistido por eso. Nosotros somos músicos que provenimos de otros proyectos musicales, y eso fue juntándose acá, y ahora me doy cuenta de que somos buenos compañeros, somos buenos estando juntos. Cuando Adrian (Smith) volvió, se hizo más interesante el sonido de las guitarras. La clave es poder complementar todo el sonido con el de las guitarras. Y tratamos que la música suene lo mejor posible conforme pasan los años, y eso es lo que intentamos grabar. El hecho de que seamos libres de elegir lo que tocamos nos ha posicionado en diferentes lugares musicales y es lo que mantiene vivo al grupo”, detalla Gers.
–El público que escucha a Iron Maiden dice que el sonido cambió cuando usted ingresó, en 1990 (reemplazó al guitarrista Adrian Smith, que después volvió en 1999). ¿Cree que lideró un cambio en la banda?
–El sonido depende de los músicos. Los cambios se decidieron en conjunto, y se fueron encontrando nuevas variantes. Todas las bandas tratan de mostrarles a los fans el momento que están viviendo realmente, lo muestran a través de los discos y de los conciertos, lo cual está perfecto. Nosotros tenemos una particularidad: nunca seguimos la corriente, nunca hacemos las cosas porque sí. No-sotros hacemos lo que hacemos, no queremos ser artistas, y esa es una de las razones por la que nuestro trabajo es exitoso. Mientras vamos creciendo la música va teniendo cambios orgánicos como uno. Pero creo que lo que empezó a hacer el grupo en sus comienzos es lo que más o menos estamos haciendo ahora. Aunque hemos aceptado caminar por diferentes senderos musicales. Sin dudas, todos los integrantes aportamos algo a ese cambio.
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