Con sus rasgos particulares, que lo distinguen de otras regiones del Brasil, Rio Grande do Sul tiene lazos culturales profundos que lo unen con el Río de la Plata. Ese sur brasileño gaúcho, en el que el churrasco, el mate y la bombacha de campo son marcas identitarias fuertes, aparece cercano también en el mapa musical regional. Una muestra posible de la riqueza de ese mapa propone el ciclo Expresso Porto Alegre en Buenos Aires, que desde hoy y hasta el domingo programa conciertos gratuitos con figuras de distintos géneros como Luiz Carlos Borges, Vitor Ramil, Papas da Lingua o Gerardo Flach, y también con una nueva generación de artistas representada por Adriana Deffenti, Monica Tomassi y Delicatessen, entre otros. La idea de cruce se refuerza además con la participación de artistas como Liliana Herrero, Dolores Solá, Brian Chambouleyron y Cuatro Vientos, que actuarán como invitados y anfitriones de los diferentes conciertos (ver aparte).

En la apertura del ciclo, organizado por la Secretaría Municipal de Cultura de la Prefeitura de Porto Alegre y el Ministerio de Cultura porteño, Luiz Carlos Borges, Vitor Ramil y Liliana Herrero rendirán un homenaje a Mercedes Sosa. Desde distintos lugares, con distintos recorridos musicales, tanto Borges como Ramil conocen de qué se trata aquello de “integración regional”, por fuera de la letra de buenas intenciones. Borges, asiduo participante de los festivales de folklore argentinos en los últimos años, ha hecho del chamamé una bandera. Ramil, con un trabajo que transita diversos géneros, ha incorporado la milonga en forma natural. Ambos trabajaron además con Mercedes Sosa, que será la homenajeada de esta noche.

–¿Cuáles creen que son hoy los lazos musicales tendidos entre el sur del Brasil y el Río de la Plata?

Luiz Carlos Borges: –Yo vengo haciendo esta búsqueda de integración desde hace años, y ahora siento que estoy recogiendo lo que sembré con mucho esfuerzo. A los nueve años, con Los Hermanos Borges, ya animaba los bailes en mi provincia gaúcha. Tocábamos en los bailes y había “contratantes”, patrones que pagaban esos bailes. Ellos daban una orden muy clara: si tocan chamamé, no pagamos el baile. Imagínese si ha sido difícil el camino. Hoy el chamamé se toca tanto o más que el bailerao, que es el ritmo de la provincia. Humildemente creo que he aportado a esa forma de integración del Nordeste. Y me siento más cerca de la Argentina que del eje de mi país, de hecho mi música no es muy conocida en San Pablo o en Río, excepto por críticos y músicos.

Vitor Ramil: –Las fronteras son muy ricas, siempre. Rio Grande do Sul tiene además la característica de que estamos como en la punta de un embudo, tenemos dos fronteras con países de lengua hispana y una sola hacia el Brasil, Santa Catarina, que además tiene influencias alemanas.

–Van a hacer un homenaje a Mercedes Sosa. ¿Qué recuerdo guardan de su trabajo con ella?

V. R.: –La primera invitación que tuve para venir aquí fue de Mercedes Sosa, que quería hacer una versión de “Cielo no es”. Terminé quedándome una semana en su casa y grabando luego un disco entero.

L. C. B.: –Yo hablé mucho con ella mientras trabajamos juntos. Ella siempre me pedía: “¡Quedate en el folklore, por favor!”. Me decía que el folklore es un lenguaje que está cerca del futuro, no del pasado. Era muy sabia.