Una nueva edición del Festival y Mundial de Tango vuelve a poner el foco en el rasgo cultural más fuerte de Buenos Aires, declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad. Un patrimonio identitario que ayer, durante la presentación del evento en la Esquina Carlos Gardel, fue definido por el jefe de Gobierno de la ciudad, Mauricio Macri, como “la soja de la ciudad”. La soja urbana, según la metáfora macrista que abre más de un interrogante –¿qué género vendría a ser el trigo, cuáles los transgénicos? ¿Habrá que aplicarle retenciones?– sonará del 13 al 31 de agosto en diferentes escenarios de la ciudad, con espectáculos gratuitos que incluyen una destacada serie de producciones especiales de música y danza.

El gran evento de música y danza del tango –disciplinas originalmente desplegadas en festivales separados, desde hace tres años reunidas en un mismo evento– se extenderá durante diecinueve días consecutivos, con programación en los teatros 25 de Mayo, Alvear, De la Ribera, Coliseo, en el Luna Park, La Trastienda, el Centro Cultural Recoleta, el Planetario y también en el denominado Punto de Encuentro, en el edificio en el que alguna vez funcionó el banco El Hogar Argentino, en Bartolomé Mitre 575. Todos los espectáculos son gratuitos y se entregarán previamente dos entradas por persona en la Casa de la Cultura (Av. de Mayo 575).

Entre las producciones especialmente preparadas para este encuentro tanguero se destaca la presentación de Rubén Blades, que actuará junto a la Orquesta de Leopoldo Federico en la final de la competencia de Tango Salón, el lunes 30 de agosto, en el Luna Park. Blades grabó un disco de tangos con arreglos de Carlos Franzetti y éste será el primer vivo tanguero del panameño. La “Noche Salgán” promete la actuación del maestro que está cumpliendo 50 años con su Quinteto Real. Tras su retiro siete años atrás, Salgán volvió a actuar este año con su quinteto y con su histórico compañero Ubaldo de Lío, en los festejos del Bicentenario en la 9 de Julio. El próximo domingo 15 el acontecimiento se repetirá en el Teatro 25 de Mayo. El violinista Pablo Agri abrirá la grilla de producciones especiales, el sábado 14 en el Punto de Encuentro del festival, con su actuación al frente de la Camerata Argentina, una orquesta de cuerdas itinerante formada por jóvenes músicos de todas las provincias. Susana Rinaldi será la invitada especial del evento.

Habrá también un homenaje a la radio, recordando programas como Glostora Tango Club (lunes 16 a las 15 en el Punto de Encuentro). Jean-François Casanovas mostrará un espectáculo con foco en el tango, Caviar TempoTango (mismo día y lugar, a las 21.30). La “Noche Rovira” se estructura el martes 17 a las 21.30, en el Punto de Encuentro, alrededor de la figura del compositor, arreglador y bandoneonista. Y los Tangos Ricoteros anuncian un cruce entre Patricio Rey y Pugliese: habrá que esperar al viernes 20 (22.30, Punto de Encuentro) para saber de qué se trata.

Una sección del festival propone espectáculos de tango para niños, en un novedoso recorrido. En la apertura del festival, el sábado 14, Guillermo Fernández y el dúo Demolinendo Tangos mostrarán su trabajo en base al tango pensado como material didáctico, que fue editado en el disco-libro El tango es puro cuento. El domingo 15, el cantor y actor Brian Chambouleyron retomará su línea de trabajo orientada al público infantil. Y el sábado 21, algunos de los integrantes del Momusi (Movimiento de Música para Niños) harán Pa`los pibes y las pibas, preparado para la ocasión.

Ayer, durante la presentación del Festival y Mundial –en la que además de Macri hablaron el ministro de Cultura, Hernán Lombardi, y el músico Gustavo Mozzi, director del festival– pudieron verse algunas de las figuras que formarán parte de la grilla de esta edición. Entre ellos, Raúl Lavié, Walter Ríos, Fernando Suárez Paz, Pablo Agri, Milena Plebs, Mora Godoy, Guillermo Fernández, César Angeleri, José Colangelo, Jean François Casanovas, Nicolás Ledesma (que llegó tarde, pero seguro). La gran estrella de la presentación fue Juan Carlos Copes, que mostró lo suyo con su hija Johana como pareja de baile. El bailarín recibió una distinción que agradeció emocionado: “Esto me sobrepasa. Tengo 79 años, estoy cumpliendo los 80 y bailo con una chica que me va a seguir los pasos. Hace más de 60 años que estoy en esto. Dejé la ingeniería por el tango y no me arrepiento en absoluto”.