La experiencia con La Bomba siempre es muy particular. Y tiene que ver con la improvisación colectiva, la participación de la gente y un sonido que realmente es una bomba. Hace muchos años que nos hemos encontrado a improvisar y siempre funcionó de una manera muy espontánea. Hasta hicimos una versión del Himno Nacional juntos, para un festejo del 25 de Mayo. Alejandro Oliva, de hecho, tocó en mi disco Pynandi – Los Descalzos (2008). Es muy linda la sensación de tocar con ellos. Me gusta la percusión y me gusta cómo La Bomba toma los colores de las percusiones, cómo genera una textura y combina todos los elementos. Más allá de que es muy físico y todo el mundo baila, ellos generan un montón de texturas muy interesantes, combinaciones tímbricas en donde cantan y dicen diferentes cosas. Hay que prestar mucha atención también a ese trabajo fino y delicado. Mi participación en el DVD fue bastante power, pero en otro momento se podría tranquilamente experimentar e ir en otras direcciones. Sé que funcionaría porque todos tienen mucha musicalidad; no sólo el ensamble entero, sino las individualidades que componen al grupo.

La convocatoria que se genera en cada concierto tiene que ver con la frescura de la música que hacen. Al estar improvisando todo el tiempo, hay algo que se va renovando. Uno sabe lo que es pero es nuevo a la vez. Son inteligentes al invitar a la gente porque es todo un desafío. Desde IKV hasta mi acordeón, pasando por la voz de la coplera Mariana Carrizo y tantos otros. Entonces es interesante cómo pueden ir de un pequeño universo a otro. Es un grupo espontáneo e inclusivo. Al ser una forma nueva de desarrollar un lenguaje sonoro, aparentemente simple, hay espacios libres en los cuales uno se puede mover de una forma bastante desprejuiciada. No es que si toco un chamamé lo tienen que bailar como si estuvieran en una bailanta. La cosa es más amplia. Eso hace que haya un sector que se sienta con un poco más de libertad, aunque se trate de una palabra muy grande. La Bomba te impacta, te pasa por arriba como un colectivo. Pero no es un colectivo hueco, es uno lleno de matices y contenidos diferentes.