Un clásico revisitado. Hoy a las 21 es la última función de la ópera rock El Eternauta, basada en la célebre historieta homónima de Héctor Germán Oesterheld y Francisco Solano López, que narra las peripecias de Juan Salvo y sus amigos en una Buenos Aires invadida por misteriosos seres extraterrestres que masacran a la población con una nevada mortal. La puesta es en el Salón de Representantes de La Manzana de las Luces (Perú 294).

Pasaron cincuenta años de la primera edición de las aventuras de Juan Salvo, treinta de la desaparición de su guionista, y el tiempo trajo multitud de relecturas de ese hito del comic argentino. En esta ocasión, la adaptación de la historia enfrentó algunas dificultades, salvadas con el esfuerzo conjunto de los artistas, de la misma manera que los héroes del relato se unían para enfrentar el peligro que los amenazaba.

La primera dificultad fue conseguir la gente que pudiera interpretar la pieza. Pablo Conti, artesano y músico devenido en director de teatro por el propio deseo de montar la obra, explica, en diálogo con Página/12, que “acá no hay profesores de nada, ni de música ni de teatro”.

La intérprete de Elena, por ejemplo, fue muy difícil de encontrar. La solución vino de la localidad cordobesa de Villa Belgrano, cuando la pareja de Conti escuchó la voz de la actriz Maia Puebla en una obra de teatro. “Eso fue después de probar a muchas chicas”, comentó el director.

Los otros integrantes de la banda fueron surgiendo a través de contactos y conocidos: trabajadores del taller de artesanías de Conti, hijas de amigos. “Acá (Santa Rosa de Calamuchita) nos conocemos todos, así que nos fuimos poniendo en contacto”, dijo Conti.

Otro obstáculo a sortear era la falta de conocimiento de la obra de Oesterheld y Solano López entre sus coterráneos. Conti la había leído en Israel, durante una de las etapas del exilio que atravesó junto a su familia (es hijo del dibujante Oski), pero a sus compañeros de elenco tuvo que comprárselas para que la leyeran, ya que ninguno la conocía.

Un desafío central para la producción es la nieve que cae en los momentos iniciales de la historia, cuando los copos asesinos silencian Buenos Aires. La solución, esta vez, vino desde Córdoba capital, donde Conti contactó a un escenógrafo “ducho en hacer mucho con pocos recursos”. La presentación incluye 11 artistas en escena –seis de ellos instrumentistas y el resto cantantes/actores– y la voz de un relator uniendo las 26 canciones con narración en off.

La obra es el resultado de la impresión que le provocó a Conti el relato de una Buenos Aires destruida y su fascinación por la capacidad del rock como vehículo para contar historias. La puesta demandó tres años de composición y ensayo a pulmón y, hasta las funciones de estos días, se había presentado sólo en tres ocasiones en su provincia natal. Ahora llega a Buenos Aires con apoyo oficial del gobierno nacional y de la ciudad de Buenos Aires.

El respeto por la obra original es la premisa de la presentación. “No somos gente de teatro que sepa manejar la escena, queríamos que lo agarre gente con más cabeza para eso”, cuenta el director respecto de la producción. “Pero estamos muy limitados en esta zona, acá no hay mucha actividad”, se lamentó Conti sobre el interior cordobés. “Somos tipos prudentes, tratamos de ser muy autocríticos”, afirma.

La obra abarca sólo la primera historia del Eternauta: las batallas de River Plate y de la General Paz, los momentos de soledad y angustia de Elena, la Plaza de Mayo tomada por el invasor y el final dramático son hitos que abarca la pieza, intercalando canciones que narran cada escena con el relato de una voz en off que permite ir uniendo los diferentes retazos, para quienes no conocen la historia original.

Para los fanáticos del comic publicado en el primer Hora Cero, la obra incluye proyecciones de dibujos de Solano López. Así aparecen los escenarios porteños plasmados por el dibujante y los expresivos rostros de sus personajes.

A modo de adelanto, un fragmento del show puede observarse en la web http://www.aablues.com.ar/ETERNAUTA o en Youtube.

Informe: Andrés Valenzuela.