Hubo una época en la que todo se cantaba igual y Verdi era la medida de todas las cosas. Emma Kirkby, la voz más perfecta que pueda imaginarse para cantar precisamente lo que no es Verdi, fue, tal vez, quien más hizo para que llegara a entenderse que cada repertorio implica un estilo. Sus grabaciones de canciones de Dowland, de madrigales solistas del Renacimiento y el primer barroco italianos junto al laudista Anthony Roo-ley, su participación en el Consort of Musicke, con quienes registró libros de madrigales de Monteverdi y Gesualdo e, incluso, sus participaciones en grabaciones de misas de Mozart y Haydn, junto a la Academy of Ancient Music que dirigía Christopher Hogwood, hicieron historia. Su anterior visita a Buenos Aires, donde cantó arias de Händel, fue deslumbrante. Y el próximo martes, como parte del ciclo de Festivales Musicales, Kirkby volverá a actuar en esta ciudad. El concierto, en el Teatro Avenida (Av. de Mayo 1222), será a las 20.30 y recorrerá lo que bien podría considerarse la especialidad de la casa. Junto a Rooley, hará canciones de dos de los grandes autores de la era isabelina, John Dowland y Thomas Campion, junto a piezas para laúd de Anthony Holborne.

Pero el ámbito de la música antigua tiene una vida sumamente activa en Buenos Aires y en estos días habrá mucho más, comenzando por el concierto en el que hoy algunos de los mejores músicos locales –que además están entre los mejores del mundo en su especialidad– harán obras de Dietrich Buxtehude, el autor que Johann Sebastian Bach consideró su maestro. Manfredo Kraemer en violín barroco, la soprano Soledad de la Rosa, Juan Manuel Quintana en viola da gamba y Federico Ciancio en clave y órgano interpretarán, a las 18 y en la Iglesia Metodista Central (Av. Rivadavia 4050), cuatro Sonatas Op. 2 y las cantatas Gen Himmel zu dem Vater mein (Hacia el cielo, a lo de mi padre) BuxWV 32 y Singet dem Herrn (Cantad al Señor) BuxWv 98. La presentación cuenta con el auspicio de Novartis y la Fundación Szterenfeld. Esta fundación, por otra parte, también patrocina la notable versión semimontada de la ópera Iphigénie en Tauride, que pone en escena la Compañía de las Luces conducida por Marcelo Birman, con una notable orquesta de instrumentos de época, coro y las excelentes actuaciones solistas de Ana Moraitis, Sergio Carlevaris, Pablo Pollitzer, Alejandro Meerapfel, Clodomiro Forn y Puig, Ana Santorelli, Rosana Risé, Luciana Milione y Soledad Molina. Con funciones hoy y mañana a las 20, en el Museo de Arte Decorativo (Av. del Libertador 1982), la ópera se presenta con diseño de luces de Alejandro Le Roux y asesoramiento escénico de Bea Odoriz.