Sábado, 28 de septiembre de 2013 | Hoy
CINE › WAKOLDA SERA LA REPRESENTANTE ARGENTINA EN LA ACADEMIA DE HOLLYWOOD
Con el 50,4 por ciento de los votos, la película dirigida por Lucía Puenzo fue elegida por sus pares para competir como precandidata al Oscar. “Tiene chances de quedar nominada”, dice su padre, Luis Puenzo, ganador con La historia oficial.
Por Oscar Ranzani
El tercer largometraje de Lucía Puenzo, Wakolda, fue el elegido por los miembros de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina para representar al cine nacional en la competencia por una precandidatura al Oscar al Mejor Film Extranjero 2014. Si bien es un gran paso, Wakolda deberá sortear otras instancias: los primeros días de enero de 2014 la Academia de Hollywood informará las nueve prenominadas y el 16 de enero las cinco finalistas que pelearán por una estatuilla como las que ganaron La historia oficial, de Luis Puenzo –uno de los productores de la película de su hija–, y El secreto de sus ojos, de Juan José Campanella, presidente de la Academia local, que no estuvo presente en el escrutinio realizado ayer en el Centro Cultural San Martín ya que, según se informó, estaba viajando a Río de Janeiro. Pero la que sí llegó a la sala fue la cineasta ganadora. “Estamos muy felices”, dijo Lucía. “Nosotros cruzábamos los dedos para que esto pasara hoy, porque la película entra en su segunda semana en cartel y realmente esto nos va acompañar muy bien, y es importante que suceda ahora y no cuando no esté más en los cines”, señaló Lucía Puenzo, cuyo largometraje sonaba desde hacía tiempo como uno de los favoritos a ser elegidos en representación del cine argentino.
La votación se realizó sobre 143 películas que fueron estrenadas entre el 1º de octubre de 2012 hasta el 30 de septiembre de este año. De los 196 miembros de la Academia de Cine Argentina, votaron 118, una cifra record en la historia electoral de la institución. Mucho tuvo que ver en este asunto la implementación del voto electrónico, donde los cineastas, actores, técnicos y productores que conforman la Academia tenían la opción de elegir las cinco películas preferidas en orden de mayor a menor. Wakolda obtuvo el 50,4 por ciento de los votos; Metegol, de Campanella, el 35,6; Tesis sobre un homicidio, de Hernán Goldfrid, el 34,8; Corazón de león, de Marcos Carnevale, el 26,1; y en quinto lugar quedó La reconstrucción, de Juan Taratuto, con el 22,6 por ciento.
Si se suman los cinco porcentajes da una cifra mayor que el ciento por ciento. Esto se debe a que se utilizó el mecanismo electrónico Voto Unico Transferible, que se emplea en las votaciones de los Oscar, también en elecciones parlamentarias de distintos países y que, en este caso, fue implementado por la empresa argentina Oxobox. Técnicamente, el sistema es difícil de explicar, pero se puede señalar que, de toda la lista de películas, cada miembro tenía que elegir cinco: su primera preferida, su segunda preferida y así hasta la quinta. Cuando el sistema pasa a contar los votos, las menos votadas van siendo descartadas. Y, por ejemplo, si un director de cine votó su propia película como primera, y sólo tiene su voto, y en segundo puesto seleccionó a alguna de las que venían apuntando a ganar (Wakolda, por ejemplo), cuando el sistema computa los votos, elimina la película del director y automáticamente los puntos que el director le iba asignar a su película, el sistema se los acredita a su segunda elegida (es decir, la segunda pasa a ser primera en su lista). El sistema va implementando rondas, hasta que finalmente se queda con el ganador. Esto significa que más de la mitad de los que votaron, eligieron a Wakolda dentro de sus cinco opciones.
En diálogo con Página/12, Lucía Puenzo afirmó que “es también una alegría enorme” que el reconocimiento provenga de los propios miembros de la industria cinematográfica. “La película se puede estrenar afuera, pero hasta que no la estreno en mi casa y hasta que no pasa este tipo de cosas, que la apoye tanta gente que hace cine, no puedo cerrar un capítulo y largar la película. Y, obviamente, es una alegría que a la gente que hace cine le guste la película”. También reconoce que cuando empezó a realizar esta ficción, después de escribir la novela homónima que adaptó al cine, jamás pensó que iba a tener los reconocimientos que está logrando. “No fue una película fácil de armar y, en ese momento, la sensación fue: ‘La vamos a hacer pero va a costar mucho’. Y la verdad es que pudo hacerse por el aguante que tuvieron las cabezas de equipo de bancarse estar en el sur durante mucho tiempo”, agrega Lucía Puenzo.
Luis Puenzo, titular de Historias Cinematográficas, una de las empresas que coprodujeron Wakolda, conoce el mundo de la Academia de Hollywood. En cuanto a las posibilidades que Wakolda sea finalmente unas de las cinco nominadas, el cineasta y productor explica que “nunca es sencillo”. Y lo argumenta así: “Son sesenta, setenta u ochenta películas las que se juntan. Depende del año, pero está realmente lo mejor del mundo en ese año. Algunas las conocemos y sabemos que Wakolda se va a encontrar con películas muy fuertes. Pero tiene chances de estar nominada. Es una gran película y creo que es la mejor de Lucía, que ha hecho buenas películas, pero creo que en ésta es una Lucía más madura, está filmando y escribiendo mejor. Y, en ese sentido, creo que puede aspirar a estar entre las cinco”, confía su padre. Lucía, en tanto, no se sube al caballo y cree que los premios sirven para seguir haciendo películas. “Por ejemplo, XXY tuvo la vida feliz que tuvo por el premio que recibió en Cannes no bien se presentó (ganó el de la Semana de la Crítica en 2007). Entonces, es un espaldarazo para seguir haciendo cine. Yo creo que esa es la función más grande que tienen los premios”, afirma la directora.
Protagonizada por Natalia Oreiro, Diego Peretti, el español Alex Brendemühl y la pequeña y talentosa Florencia Bado, Wakolda está despertando debate porque trata, en clave de ficción, sobre el criminal nazi Josef Mengele, que se fuga a la Argentina y se esconde en Bariloche todo camuflado y, poco a poco, intenta seducir a una familia argentina, especialmente a Lilith, la hija de doce años del matrimonio, que tiene otros dos hijos (y la mujer está embarazada de mellizos). “Era un proyecto que daba un poco de temor porque en el corazón del relato tiene la historia de una niña enamorada de un médico nazi, con tan nefasto prontuario como tiene Mengele. Entonces, no era una historia muy digerible, en un primer momento, y generaba muchos temores”, sostiene Lucía Puenzo. Se trata de un film que combina la realidad histórica con la ficción: “Es real que Mengele estuvo muchos años en Buenos Aires, que se escapó cuando el Mossad llegó a buscar a Adolf Eichmann, y que reapareció en Paraguay. También es real el personaje de Elena Roger, Nora Eldoc, una voluntaria del Mossad que apareció asesinada en Bariloche. Y es ficción la familia protagónica. Pero mi sensación es que si este tipo se hubiera encontrado con esa familia, tal vez se hubiera obsesionado así porque ellos contenían los fanatismos perversos que él tenía. Eso podría haber pasado, pero eso es ficción”, explica Lucía Puenzo.
Pero ese debate que está generando Wakolda en la Argentina también puede despertarlo en el exterior. La cineasta admite que el tema “nazis en el extranjero” genera mucha polémica. “Creo que está bien que esa polémica se genere. Yo siempre recalco que no fue sólo Argentina el país que abrió sus puertas a los nazis, porque es importante también decir que fue toda Latinoamérica y los Estados Unidos. Fueron hombres que entraron a estos países con pasaportes expedidos por el Vaticano, por la Cruz Roja y había una organización preparada para evaporarlos. Entonces, es un tema muy complejo que genera todo tipo de cimbronazos y creo que está bueno que ese debate se genere”. Respecto de cómo puede ser evaluado por la Academia de Hollywood este debate sobre temas histórico-políticos sensibles, Luis Puenzo reconoce que “puede ser a favor o en contra”. Y recuerda las reacciones que tuvo en Cannes, donde el tema inquietó mucho. “Inquieta para bien y, a veces, también inquieta para mal. En Alemania fue muy controvertido cuando empezamos. Hace tres años, en Berlín, presentamos el proyecto. Y ya en ese momento veíamos en los ojos de quienes lo miraban que atraía a los productores de cine pero, al mismo tiempo, los inquietaba mucho. Es una caja de Pandora. Cuando la abrís no sabés si es en favor o en contra. Pero que despierte debate es seguro”, concluye Luis Puenzo, director de una película que también generó mucho debate cuando la Argentina democrática buscaba desentrañar los horrores de la dictadura.
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