Primero ganó un Oscar, transformándose en uno de los cuatro argentinos que lograron ese reconocimiento, por Secreto en la montaña. Enseguida ganó otro, contra todos los pronósticos, por Babel. Ahora, Gustavo Santaolalla fue nombrado miembro de la Academia de Hollywood. Lo cual lo convierte en uno de los que deciden los premios que pueden cambiar el destino de una película o de las personas que la hicieron, junto a unos seis mil colegas. Y, desde luego, no lo inhabilita para ir por más estatuillas a futuro.

El músico-productor-compositor acumula por estos días otros laureles, pero esta vez por su trabajo como editor. Los libros Sangre y Café de los Maestros, de Editorial Retina, el proyecto que dirige desde hace dos años, obtuvieron dos premios y una distinción. Café de los Maestros, el libro que recoge las historias de vida de los próceres tangueros participantes en el proyecto del mismo nombre, con textos de Irene Amuchástegui, ganó el premio al “Mejor libro impreso y editado en la Argentina” en las categorías “General” y “Ensayo”, la mayor distinción que se otorga en nuestro país a la industria editorial. Y Sangre, con fotografías de Diego Levy, fue elegido en el X Festival Internacional de Fotografía y Artes Visuales como uno de los mejores libros de fotografía editado en el mundo en el año 2006. Actualmente se encuentra en exposición en la Biblioteca Nacional de España, junto con los demás libros seleccionados.

Santaolalla fue invitado entre otros 115 profesionales a formar parte de la entidad que anualmente entrega los Oscar, junto a otras figuras como el español Agustín Almodóvar, hermano del realizador Pedro Almodóvar y productor de su filmografía. El presidente de la Academia, Sid Ganis, explicó que la invitación incluye a “individuos con una capacidad excepcional” en cada uno de sus campos. “Me siento muy honrado y orgulloso de aceptar la invitación de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas y de ser uno de sus miembros. Espero con mi voto y mi trabajo contribuir a conservar y a propulsar la excelencia y la creatividad en el mundo del cine”, declaró, con la pompa de las circunstancias, el nuevo votante de Hollywood. Anualmente, la Academia realiza la selección de nuevos miembros entre profesionales que hayan expresado interés en formar parte de esta organización y que cuenten con dos cartas de presentación de otros integrantes. Una vez cursada la invitación, los elegidos deben aceptar o rechazar la sugerencia. Este año los directivos de la Academia destacaron “el aumento de la presencia internacional” en la lista.

Por estos días, Santaolalla está cumpliendo una gira por Europa con Bajofondo –que ahora se llama así, Bajofondo a secas, dejando de lado el Tangoclub– mientras termina de darle forma al nuevo disco del grupo, Mar dulce, que se editará en septiembre. El nuevo disco de la banda de electrotango tiene varios invitados ilustres. El último en sumarse, Elvis Costello, quien parece que le dijo dos veces al ganador del Oscar que “ama su trabajo”. También están Gustavo Cerati, Nelly Furtado, Ryota Komatsu y Lágrima Ríos (con su última grabación en vida), entre otros. La presentación oficial de Bajofondo en la Argentina (que entre sus integrantes, además de Santaolalla, tiene a Juan Campodónico, Luciano Supervielle y Javier Casalla) está prevista para diciembre.

Además de su vínculo con Bajofondo, entre otras changas, el multiproductor está preparando los nuevos trabajos de Café Tacuba y Juanes. Y a esta altura, claro, comenzó a moverse en las grandes ligas en su trabajo para música de películas: Ya está trabajando en las bandas de sonido de films como Into the Wild (En el interior de lo salvaje), dirigida por Sean Penn; On the road, la biblia beat de Jack Kerouac, que dirigirá Walter Salles; o Things we Lost on the Fire (Las cosas que perdimos en el fuego), de la danesa Susane Bier, con Benicio del Toro.