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7-El paso gigante

Los Cafres. Subterrania/PopArt

Para una persona empecinada en salir adelante, todos son pasos gigantes. El cantante Guillermo Bonetto se queda sin apoyar la suela en todo el octavo disco de la banda y, aunque en veinte años de Los Cafres ya lo haya hecho por demás, recurre a la introspección del soliloquio optimista para instar a la humanidad (y a los argentinos en “Dale!”) a poner el pecho. Es un paseo de 67 minutos, largo para los estándares actuales, pero se siente mucho más breve por el truco realizado por esta notable banda de reggae y la anexión de una sección de cuerdas dirigida por Alejandro Terán. L. P.

9-Blood Pressures

The Kills. Domino/RGS Music

Lo único malogrado en el brutal cuarto disco del dúo de punk de garage y blues podrido de Alison Mosshart y Jamie Hince, que este sábado tocará en el Personal Fest, es la etiqueta que le pusieron en la caja a la edición local, con error y todo. El resto es una música que pone en alerta e historias que tienen al deseo, el morbo y la violencia agarrándose a trompadas. Ninguna sensación y ningún oyente sale ileso de la galería desenfrenada de canciones (¡las hay!), distorsión y urbanismo que ofrece este ensamble que se conoció en un hostel y se encariñó por correo postal. L. P.

8-Clásicos

Quinteto Tiempo. B&M

El grupo vocal-instrumental Quinteto Tiempo ha marcado historia en el folklore argentino. Por eso, la edición de este disco es, de algún modo, la puesta en presente de casi cuarenta años de trayectoria, y el camino elegido es el de los clásicos. Que, en este caso, son “Merceditas”, “La Telesita”, el vals “Pedacito de cielo”, y una notable versión de “Recuerdos del Portezuelo”. “Los clásicos no dan respuestas, más bien renuevan nuestras eternas preguntas”, dicen en el disco. Ese espíritu de búsqueda parece guiar el sonido este trabajo. K. M.

7-Busca tu alma

Victoria Obarrio. BMV

Victoria Obarrio escuchó a Tracy Chapman cuando tenía seis años. Y se le nota. No porque se filtre en este, su disco debut, un espíritu infantil. Más bien, se diría que la influencia de Chapman –como la de otras cantantes, Bonnie Raitt incluida– irradia sobre Obarrio un aura de frescura y espontaneidad. Son dos atributos que, se supone, debe tener toda buena intérprete de folk-rock. Y de eso va este disco, en el que la cantante les pone voz a trece canciones propias. Otro bonus: Victoria, además, grabó todos los instrumentos del álbum. F.D.