Viernes, 14 de noviembre de 2008 | Hoy
TELEVISION › MICK GARRIS Y FEAR ITSELF, UNA ANTOLOGIA DEL TERROR
El célebre guionista y director especializado en el género revela cómo seguir asustando en el mundo contemporáneo, a propósito de la serie que se emite hoy a las 22 por Space. “Le tengo más miedo a George W. Bush que a Freddy Krugger”, asegura.
Por Roque Casciero y
Emmanuel Respighi
“El peor de los miedos es el miedo mismo.” La frase del Franklin Delano Roosevelt, el presidente que sacó a Estados Unidos de la crisis financiera a partir de 1933 (y también el de la Segunda Guerra Mundial), le sirvió de inspiración a Mick Garris, un guionista y director con larga trayectoria en el género de terror. Fear itself (El miedo en sí mismo) es el nombre de la antología que puede verse hoy por Space (todos los viernes a las 22) y que Garris creó como secuela de su exitosa Masters of horror. El concepto de ambos programas es el mismo: cada uno de los trece episodios es una historia individual narrada por algún director consagrado del género (entre otros, Stuart Gordon y Ronny Yu). “Masters of horror lo hicimos para Showtime, que es un canal premium en Estados Unidos, pero después nos mudamos a la cadena NBC y ellos querían que fuera su propio programa, de ahí el cambio de nombre –explica Garris a través del teléfono–. El desafío era si podíamos hacerlo factible en la televisión comercial, pero todos los directores pudieron contar la historia que tenían ganas de contar y elegir los guionistas para hacerlo. La diferencia es que en Fear itself había que tener en cuenta los cortes comerciales y que la temática fuera apta para la cadena, pero todos los directores pensaron ‘Si The twilight zone y The outer limits lo hicieron, tengo que lograrlo’.”
Garris no estuvo involucrado en la producción de Fear itself debido a la huelga de guionistas. Y a pesar de que está contento con los resultados de esa “lucha justa”, dice que se siente “como un padre que tuvo que dar a su bebé en adopción”. “Fue doloroso verlo crecer desde afuera, cuando hubiera querido estar ahí para ayudarlo. Cuando uno crea algo, lo lógico es querer ser parte de ello.” El creador espera poder hacer más temporadas de la serie, aunque los ratings no fueron del todo buenos. “Ojalá regrese como un muerto vivo pidiendo que lo pongan en el aire –bromea, siempre sin salirse de género–. Aunque hay un público para este género, es más de nicho. Nuestro objetivo fue llegar a una audiencia mayor, pero convengamos que Fear itself no tiene presentador ni un factor unificador, más allá de que vas a cagarte en las patas cada semana (risas).”
–¿Alguno de los episodios le provocó eso?
–A mí es muy difícil asustarme (risas). De todos modos, se produjo material de la clase que te hace correr un escalofrío por la espina dorsal. La mayoría de los guiones se desarrollaron antes de que empezara la producción, así que estuve involucrado en eso y sabía lo que se venía. Y, por supuesto, buena parte del terror está en la sorpresa. Pero sí, hubo muy buenos trabajos. Uno en particular, el de Stuart Gordon, llamado Eater, es mi favorito.
–Pero, ¿no le tiene temor a nada?
–La verdad, no les tengo miedo a los asesinos seriales ni a que un monstruo salga de mi inodoro. Lo que me hace temer es la seguridad de mi familia, de la gente a la que amo. Le temo a la enfermedad, porque he tenido que ver cómo miembros de mi familia morían de dolorosas enfermedades. Y, finalmente, le tengo temor a cosas como el presidente del que por fin vamos a deshacernos (risas). Le tengo mucho más miedo a George W. Bush que a Freddy Krugger, sin dudas.
–Usted trabajó adaptando al cine y la televisión varias novelas de Stephen King. ¿Por qué cree que es el mayor autor del género?
–Lo que tiene de especial King es que uno puede identificarse con sus personajes y que tiene un gran manejo de la emoción humana. Sus novelas no son sobre los monstruos, sino sobre los tipos que compraron una casa en la que hay un monstruo. El escribe muy bien sobre lo que hay dentro de la cabeza de las personas reales: sus preocupaciones, sus temores, no llegar a pagar la hipoteca... Después él abre la puerta a algo fantástico y uno lo acepta porque el escenario es muy realista.
–Durante los últimos años, buena cantidad del terror que se produce es una mezcla de misterio, mucha sangre y algo de romance. ¿Esa es la receta para captar la atención de los jóvenes?
–Así es. La mayor parte del terror para jóvenes, que no es necesariamente el que me gusta a mí, tiene personajes con los que ellos pueden identificarse en el centro de la historia. Además, sucede que cuando uno es muy joven se siente inmortal, entonces hay cierto regocijo en ver la sangre saliendo a chorros. Eso es porque ellos nunca han confrontado realmente con la muerte, no es algo que les preocupe de verdad. Y además hay una cuestión de compartir la experiencia: la mayor parte de los que van al cine en estos días son jóvenes y les gusta ver películas acompañados. Les gusta gritar “¡no te metas ahí!”. Y un poco de romance siempre viene bien si estás en una cita.
–¿Hay algún modo de renovar el género?
–Eso es lo que tratamos de hacer con Masters of horror y Fear itself. Por otra parte, cada tanto aparece algo nuevo y especial. La vieja fórmula sigue funcionando porque la gente quiere compartir la experiencia del terror, pero sí se puede hacer de modos nuevos. Nosotros lo hicimos y también usamos las viejas fórmulas. Hay varios directores experimentando cosas. En el cable o la televisión paga posiblemente haya más lugar para la experimentación. Y en el mundo del cine independiente había bastante, aunque ahora eso quizás esté más en Internet.
–¿Encontró buen material en la red?
–Hay experimentos interesantes, aunque no todos hayan salido bien. Pero hace falta más que captar la atención para que el mundo te tome en cuenta. Yo no puedo mirar algo en mi computadora durante más de cuatro minutos, salvo que esté en un avión y vea una película en mi laptop. De todos modos, para la creación es un formato muy democratizador: cualquiera puede llegar al resto del mundo con su trabajo. Creo que descubriremos mucho talento a través de Internet. Ya está empezando a suceder, pero lleva tiempo porque hay demasiada basura que atravesar. Hay mucha gente temerosa de lo nuevo, pero creo que hay que abrazarlo y tratar de mantener la calidad, porque siempre será necesario un gran guión para hacer una gran película. Y cuanto más mejore la gente con sus herramientas, mejorará el arte. La verdad, sueño con que las películas de terror sean mejores, ¡porque la mayoría son una porquería!
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