Con la inesperada presencia sobre el escenario del genial Charlie Sheen entregando el premio a mejor comediante, que quedó nuevamente en manos de Jim Parssons (The Big Bang Theory), el domingo se entregaron los premios Emmy a lo mejor de la TV estadounidense. Esa fue (casi) la única sorpresa de la 63ª edición del galardón, en la que Modern Family –con cinco distinciones, entre las que repitió como mejor comedia– se convirtió en la gran ganadora de la noche. En drama, Mad Men se alzó con el Emmy por cuarto año consecutivo, demostrando la tendencia de los miembros de la Academia de Ciencias y Artes de la TV a destacar a lo viejo conocido. En miniserie, si bien Downtown Abbey se impuso en la categoría principal, Martin Scorsese tuvo el consuelo de ser elegido como el mejor director –por primera vez en su carrera obtuvo un Emmy– por su trabajo en el piloto de Boardwalk Empire, la producción de HBO que con ocho estatuillas fue el programa más premiado. La cadena de cable, con 19 reconocimientos, fue la más galardonada entre los canales.

La edición 2011 del premio tuvo su punto de atracción más alto cuando Sheen irrumpió sorpresivamente en el escenario del Teatro Nokia de Los Angeles para presentar el premio a mejor actor de comedia (“mi antigua categoría”, dijo con cierto sarcasmo). El ex protagonista de Two and a Half Men, la serie de la que fue despedido por sus constantes escándalos y problemas con la producción, aprovechó la ocasión para enviarles un mensaje a sus ex compañeros. “Desde el fondo de mi corazón, les deseo sólo lo mejor en esta nueva temporada. Pasamos ocho años maravillosos juntos y yo sé que ustedes seguirán haciendo la mejor televisión”, señaló el actor en relación con la nueva etapa de la serie que, sin él, debutó ayer en la CBS. Como actriz de comedia, la estatuilla fue a parar a manos de Melissa McCarthey (Mike & Molly). En cuanto al guión, categoría importante en la TV estadounidense, en comedia se impuso Modern Family y en drama la novata Friday Night Lights. The Amazing Race ganó en reality show, mientras que The Daily Show lo hizo en variedades.