Sábado, 8 de julio de 2006 | Hoy
TELEVISION › CAMBIOS EN LA EMISORA ESTATAL
La del viernes fue la última emisión. Rosario Lufrano le ofreció a Víctor Hugo Morales seguir en el canal, pero la decisión trajo discusiones cruzadas.
Por Emanuel Respighi
Parece una novela repetida: cada tanto, Canal 7 está en el ojo de la tormenta. En este caso, el conflicto se desató por la decisión de la gestión encabezada por Rosario Lufrano de levantar “Desayuno”, el ciclo matutino que desde hace casi siete años se emite por la pantalla estatal. Según le confirmó ayer a Página/12 Néstor Piccone, coordinador de contenidos del canal, el ciclo que conduce Víctor Hugo Morales –aunque este mes estuvo ausente, ya que se encuentra en Alemania cubriendo el Mundial– tuvo ayer su última emisión al aire.
Rosario Lufrano, directora ejecutiva de la emisora estatal, explicó ayer a este diario que la decisión de levantar “Desayuno” obedeció a que el programa “cumplió un ciclo”. “Los programas –aseguró la funcionaria– tienen ciclos, y éste tiene muchos años en pantalla. Creemos que, aun cuando en su momento fue innovador y exitoso, en estos momentos su formato, desde lo artístico, se volvió anticuado y no aporta al diseño de una pantalla dinámica y moderna como la que estamos proyectando.”
A raíz de este cambio en la grilla, el lunes el canal estatal pondrá en el horario en el que se emitía “Desayuno” (de 7 a 10) una programación de emergencia, conformada por un informativo realizado por el área de noticias del canal. Eduardo Metzger, el productor general de “Desayuno”, dijo a Página/12 que el lunes irá a hacer el programa como lo hace habitualmente. “A mí nadie me informó que el programa no va a salir, por lo que el lunes voy a ir a la emisora a hacerlo, acompañado por un escribano público para que no me acusen de haber incumplido el contrato”, explicó quien fuera productor de “El espejo para que la gente se mire”. “Si la medida se hace efectiva, el levantamiento de ‘Desayuno’ demuestra el desconocimiento y falta de profesionalismo de las nuevas autoridades del área de contenidos. Creo que el Gobierno no tiene nada que ver con esta decisión.”
El conflicto entre Canal 7 y la producción de “Desayuno” parece no responder únicamente a cuestiones artísticas, sino a cambiar las reglas del juego que hasta este momento la emisora tenía con las coproducciones. “Desayuno”, por ejemplo, desde su estreno en 2000, era una coproducción entre Metzger (se encargaba de los gastos de producción) y el canal (aportando recursos técnicos y la estructura del área de noticias). Piccone abre sudas sobre los términos de esa relación. “‘Desayuno’ –dice el ejecutivo– era un problema: tenía problemas con la Utpba desde antes de nuestra gestión, con gente que habría contratado en negro y le faltaba liquidarle al canal ingresos publicitarios correspondientes al contrato de coproducción. No digo que Metzger se llevó plata, pero sí describo una política de trabajo que deja mucho que desear.”
En su calidad de productor del ciclo, Metzger se defendió de las acusaciones. “Lo que dice Piccone –afirmó– es inexacto. Nosotros no tenemos ningún conflicto con la Utpba (el gremio de periodistas), que maneja el área de noticias. El problema, en realidad, lo tiene la Utpba conmigo, porque desde hace más de un año nos retacearon el archivo del noticiero, no nos daban imágenes porque querían imponernos contenidos y personal. En realidad, se trata de un conflicto gremial interno del canal entre la Utpba y el SAT (Sindicato Argentino de Televisión). A mí me da lo mismo que el material me lo entregue cualquiera de los dos sindicatos.”
Con respecto a los dichos de que Metzger no liquidó al canal la totalidad de los ingresos publicitarios correspondientes al contrato de coproducción, el productor rechaza la acusación de Piccone. “Yo no le debo ni un solo peso al canal. Siempre cumplí con mis obligaciones. La confusión puede surgir porque desde hace un año y medio no tenemos ningún contrato firmado, por lo que el reparto por los ingresos publicitarios se realizó según acuerdos verbales previos, en los que la producción se llevaba un porcentaje (60 por ciento) y el canal otro (40 por ciento), según los segundos de venta publicitaria vendidos.” Las autoridades del canal se encargaron de remarcar que el inconveniente lo tienen con Metzger y no con Víctor Hugo Morales. De hecho, la gestión de Lufrano quiere que el periodista uruguayo sea parte de la nueva programación del canal: tras rechazar hacerse cargo del área de deportes, a Morales le ofrecieron conducir un ciclo cultural o deportivo.
Sin embargo, vía e-mail desde Alemania, el conductor le contó a Página/12 que por el momento esa idea no lo seduce. “Más adelante –analiza– puede ser, pero hoy siento que mi mejor manera de expresarme periodísticamente es en “Desayuno”. Siento que están en su derecho, que llegan al canal para manejar la línea editorial y aunque todo me parece comprensible, el único miedo es que todo sea parte de un avance hacia un discurso único. En ese sentido, me preocupa que mi manera de ser, mis comentarios, hayan perjudicado un grupo grande de personas que trabajan en ‘Desayuno’.”
Con respecto a las posibles interpretaciones sobre injerencias oficiales, Víctor Hugo Morales cree “haber hecho un buen intento de equilibrio dentro del canal oficial”. “Lo que ocurre –analiza– es que cuando he mencionado aspectos positivos del Gobierno, en su relación con el FMI y derechos humanos, al poder el elogio siempre le parece lo más natural. En cambio, la crítica, la modesta reflexión sobre algunos temas, siempre molesta y lo sé. El tema de las papeleras, por ejemplo, en el que el Gobierno no podría haber estado peor, es irritativo. Pero tampoco quiero ponerme a la defensiva. Todos los días se caen programas de televisión, como le dije al Sr. Piccone, sé que ésta es una puerta giratoria para los periodistas. Ojalá que la nueva conducción pueda emprender un programa que pueda tomar distancia, como lo hicimos nosotros durante tantos años, de todos los intereses en juego, sobre todo los del poder, que siempre es avasallante.”
“Nosotros reafirmamos nuestro interés en que Víctor Hugo sea un hombre de la pantalla de Canal 7, para que trabaje en cuestiones deportivas y otras temáticas en el plano cultural y artístico que él desarrolla y le interesan”, aseguró Lufrano. “Hay una revisión de toda la programación y no de uno o dos programas en particular: es inevitable que para que el nuevo diseño del canal tenga lugar en la pantalla haya que modificar la grilla, y creemos en la facultad y obligación que tenemos como dirección de la emisora de tomar decisiones respecto de lo que creemos es mejor para el canal”, señaló.
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