Desde Los Angeles

Entre otros inconvenientes, el divorcio suele traer aparejado, al menos de modo temporario, un indeseado retorno “a la casita de los viejos”. The Millers, la comedia que hoy a las 21 estrena TBS veryfunny, le corre discretamente el eje a ese lugar común: sí, Nathan Miller (Will Arnett) acaba de divorciarse, pero cuando sus padres se enteran, se separan en el acto y su madre Carol (Margo Martindale) se queda a vivir con él, mientras que su padre Tom (Beau Bridges) hace la valija y se va a lo de su hija Debbie (Jayma Mays). A Nathan, claro, la llegada de su madre sobreprotectora le complica la vida desde el vamos, pero a su hermana no le va mejor con el padre, que tiene un despiste absoluto, incluidos problemas para manejar cualquier aparato electrónico. Esta sitcom creada por Greg Garcia (el mismo de My Name is Earl) se estrenó en Estados Unidos en octubre del año pasado y, aunque todavía no terminó de emitirse la primera temporada de 22 episodios, ya se confirmó que tendrá otra debido a la buena recepción del público norteamericano.

“Creo que los Miller son una familia muy típica”, aseguró Arnett durante una rueda de prensa internacional en Beverly Hills, de la que participó Página/12. “Sí, son disfuncionales, pero creo que la regla es la disfunción y la ‘normalidad’ es la excepción hoy en día. No conozco muchas familias ‘normales’, la verdad. En ese sentido, encontramos problemas en cualquier casa y una de las razones es que uno no elige a la familia. Si vivís con un amigo y te molesta algo que hizo, bueno... dejarás de ser su amigo. Pero no podés darte ese lujo con tu familia, a menos que quieras tener una buena pelea. Estás obligado a bancártela... Y sí, los Miller son una familia norteamericana típica que lidia con situaciones típicas de esta era. Un par de generaciones atrás, la vida quedaba establecida cuando tenías 25 años; en cambio, ahora se te presenta una gran cantidad de situaciones diferentes. Hay gente que se ve obligada a cambiar de grande y lidiar con otros obstáculos en esta suerte de mundo moderno. Y los Miller hacen eso, pero lo hacen como familia. Porque, pese a que queda claro que son disfuncionales, estas personas se quieren mucho.”

El actor, que saltó a la fama con Arrested Development, se separó en 2012 de la notable comediante Amy Phoeler, pero no debió lidiar con uno de sus padres instalados en la casa. “Ahora están de visita por una semana y por lo menos cinco veces por día pienso: ‘Uh, tengo que recordar esto que dijeron y contarle a Greg Garcia para que lo incluya en un episodio’”, se ríe. “Ultimamente, mi madre tiene una cosa de querer anticiparse... Me pregunta si tengo hambre y cuando le contesto ‘no, estaba pensando que...’, me dice ‘que llegás tarde y querés hacer tal cosa’. Y no, no, pero ella sigue queriendo adivinar qué voy a decir, sin darse cuenta de que perdemos más tiempo de ese modo que si directamente se lo digo. Esto todavía no se lo conté a Greg, así que si de algún modo aparece en la serie, háganse los sorprendidos (risas). Pero soy muy unido a mis padres, tengo esa suerte. Durante un par de generaciones, la gente no vivía con sus padres y no pasaba mucho tiempo con ellos, aunque ahora es más común por razones económicas. Pero en mi familia, históricamente, cuando alguien se hace viejo se va a vivir con la generación más joven. Hay ciertas ventajas y si te llevás bien con tu familia es genial, pero sí que se achican los espacios... Supongo que yo estaría superestresado si me sucediera. A Nathan se lo ve así en la serie, ahora que su mamá se le instaló.”

Un rato después de la charla con Arnett, Bridges confesó que de ningún modo se le ocurriría irse a vivir con alguno de sus hijos. “Sería una locura”, dijo el veterano actor de Los fabulosos Baker Boys. “Creo que por eso este programa es único. No sé si hay muchas familias en una situación así. No puedo imaginármelo, no querría mudarme con mis hijos, a lo sumo me iría a un hotel que quede cerca. Los cinco ya se han ido de casa, tenemos el nido vacío ahora, pero ocasionalmente vienen a visitarnos y se quedan un tiempo. Mi esposa Wendy y yo estamos disfrutando de este nuevo capítulo de nuestras vidas, en realidad. Estar libres de toda esa responsabilidad... En realidad, nunca lo estás del todo, pero hasta cierto punto sí. Y ahora tengo dos nietos, así que estoy mucho con ellos. Para Halloween salí a pedir caramelos con ellos.”

Martindale, quien en los últimos tiempos parece haber copado la pantalla chica (desde Justified hasta The Americans), cree que está muy bien que los jóvenes de la familia Miller ayuden a sus padres: “Carol y Tom no tienen por qué avergonzarse de eso, si ellos son quienes les dieron la vida a Nathan y Debbie... Hoy en día más gente ayuda a sus padres y me parece que es un círculo maravilloso. La verdad, me hubiera gustado que mi madre se mudara conmigo, pero ella vivía en Texas y yo en Nueva York. Y me arrepiento de no haberlo hecho”. La actriz también confesó que no le gusta nada descubrir ciertas cosas en común con su personaje: “Mi hija me preguntó si Greg Garcia me conocía desde antes de crear a Carol. Supongo que fui bastante dura con ella, empeñada en que fuera como yo quería, algo que es bastante horrible incluso de decir. Mi madre no era así para nada, no era controladora, y yo desearía haber sido un poco más como ella. Igual, no soy una persona espantosa, simplemente soy muy autocrítica”.

“En mi casa dicen que si yo toco algo tecnológico o mecánico, seguro se rompe, así que tengo mucho en común con Tom Miller”, comparó a su vez Bridges. “El está aprendiendo a vivir sin su mujer y se da cuenta de que la necesita, aunque sea para esas simples cosas técnicas. No puede usar el control remoto del televisor o hacerse una tostada... Pero creo que en el fondo también la extraña, así que pasan mucho tiempo juntos, aunque estén separados.”

Arnett también habló sobre su relación con sus hijos y, especialmente, de cómo odia escucharse diciendo frases que decía su padre y él juró nunca repetir. “Es como si escuchara las palabras de mi viejo saliendo de mi boca”, reconoció con una mueca. “Es gracioso cómo es la vida... Recuerdo haber sido castigado por hacer algo cuando era chico y haber pensado que era totalmente injusto, que yo nunca iba a actuar de ese modo. Y ahora hago lo mismo. Por lo menos una vez por semana tengo ganas de llamar a mi viejo y pedirle disculpas, porque él tenía razón. Me río mucho cuando me doy cuenta.”

En la serie, Nathan es movilero de un canal local y le toca cubrir noticias poco relevantes, pero eso le permite, por ejemplo, ayudar económicamente a sus padres. Y en el capítulo inicial, cuando decide volver a la acción con las damas organizando una fiesta en su casa, se encuentra con su madre instalada allí mismo. Eso, más lo perdido que aparece Tom en casa de su hija, genera situaciones un tanto incómodas. Por ejemplo, cuando Carol revela con total naturalidad que suelen escapársele gases, un tema que trajo (demasiados) comentarios en los medios norteamericanos. “Fue sólo en el piloto y no solté ninguno desde entonces”, bromeó Martindale con Página/12 durante su rueda de prensa. “Creo que se habló demasiado sobre un simple pedo... Si no hubiese sido yo la que lo protagonizó, habría pensado que era hilarante. Pero fui yo.”

“A Greg Garcia le gusta hablar de cosas que a algunos nos incomodan”, siguió Bridges. “Esto de la flatulencia... Parece haber todo un segmento de gente que cree que es un tema oscuro y prohibido del que ciertamente no debería hablarse. Pero nadie que yo conozca cree que es otra cosa que un fenómeno natural que sucede de vez en cuando. Y a veces puede ser gracioso. Greg hizo un par de bromas con eso en el piloto y listo. El programa incluye todos los aspectos de la experiencia humana, no solamente las flatulencias.” Otro de esos temas “incómodos” que Garcia abordó en el primer episodio de The Millers es el del sexo en la tercera edad. “No se ve mucho de eso por televisión”, sonríe Bridges. “Pero lo abordamos, sobre todo respecto de que Tom y Carol no lo hacían, y más adelante se sigue hablando al respecto, pero no voy a arruinar la sorpresa.”

The Millers aborda la vejez en tono de comedia y a Martindale eso le parece muy bien: “¡Envejecer es buenísimo! El valor irreemplazable está en todo lo que sabés cuando sos viejo y espero que podamos mostrarlo en el programa. Eso es lo bello de envejecer. Y como actriz, me enfrento a un mundo de emoción que no podría haber abordado cuando tenía 25 o 35 años. Hice de Big Mama (en La gata sobre el tejado de zinc caliente, de Tennessee Williams) a los 21 y volví a hacer ese personaje en Broadway a los 52. Cuando se dice que el tiempo pasa tan rápido que no podés ganarle en velocidad... ¿cómo puede entender eso una persona de 21 años? Como actriz, la riqueza del conocimiento por haber vivido aporta mucho más al personaje”.

Arnett recuerda como “muy gracioso y surrealista” el momento en que sus padres reales conocieron a los de la ficción: “Supongo que mis padres sentían que debían comportarse bien porque no querían convertirse en parte de la serie, porque saben que se lo voy a decir a Greg. Se los hice saber muy claramente... Lo he hecho en talk shows y ellos me preguntan cómo pude decir algo así. Pero les contesto que lo único que hice es ser honesto”. Greg Garcia, el creador de la serie y principal guionista, fue más allá, según recordó Arnett: “El llevó a toda su familia a cenar y les regaló un auto a cada uno porque iba a usar cosas en la serie que sucedieron en su vida real. Parece que su hermana le contestó: ‘Es lo mínimo que podías hacer’... Muy desagradecida”.