Pocos artistas plásticos marcaron la última mitad del siglo XX en Argentina tan a fuego como Carlos Gorriarena, que revisó lo nacional y popular desde una suerte de neoexpresionismo pop. Fallecido en 2007, Gorriarena dejó a la documentalista Carmen Guarini con ganas de filmarlo. Quedaba la posibilidad de reconstruirlo. Eso hace, en Gorri –que el sello Cine Ojo acaba de lanzar en DVD, acompañado de extras–, la realizadora de Jaime de Nevares, último viaje, H.I.J.O.S., el alma en dos y Tinta roja. En lugar de pretender imponerle unidad al conjunto, Guarini filma grandes bloques narrativos, como quien prepara un collage. No se trata de las cabezas parlantes del documental tradicional, sino del más puro cine directo, registrando personajes, hechos y situaciones tal como se ofrecen a la vista. Así, la viuda del pintor prepara una exposición, con ayuda de su hijo veinteañero; los discípulos la presentan y sus amigos (los artistas plásticos Daniel Santoro y Adolfo Nigro, el escritor Luis Gusmán y el crítico de arte Raúl Santana) se reúnen a cenar, ya sin él, como lo hacían todas las semanas. Esos pedazos arman un retrato: el de Carlos Gorriarena.