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7-La vitalidad de los afectos,

de F. Van Groeningen. Con K. Vanbaeden, V. Dhaenens y K. De Graeve.

2009, 108 min. Transeuropa.

Basada en una novela autobiográfica, esta película belga (cuyo título original es La merditude des choses; comparar con el que le pusieron acá) narra la vida de un niño cuya familia está integrada por la abuela, el padre alcohólico, vago y mal entretenido... y tres tíos más alcohólicos, más vagos y peor entretenidos. Siendo belga tiene que haber ciclismo y cerveza, y aquí hay de ambas cosas en cantidad. Un par de torneos por el record mundial de balones bebidos al hilo, una prueba ciclística con ciclistas desnudos y muchas canciones de borrachos en el pub cercano. El realizador, Felix Van Groeningen, da con la tecla, al dejarse contagiar del desarreglo vital de los Strobbe, convirtiendo cada plano en una forma de hacinamiento tribal.

6-La mentira,

de X. Giannoli. Con François Cluzet, Emmanuelle Devos y G. Depardieu.

2009, 130 min. SP Films.

Esta película francesa, parte de la competencia oficial del Festival de Cannes un par de años atrás, narra la increíble historia (verídica, asegura un cartel inicial) de un estafador capaz de emprender los engaños más sofisticados, que terminará iniciando la construcción de una autopista para no defraudar a los vecinos de un pueblo, cuya vida económica depende de ella. La película de Xavier Giannoli (autor de la curiosa y lograda El cantante) es sumamente interesante en su primera parte, que el realizador narra con precisión y sequedad de thriller. Menos, a partir del momento en que el personaje inicia su camino de redención. François Cluzet se muestra capaz de transparentar ríos enteros de turbulencias desde una total hermeticidad.

6-Cerro Bayo,

de Victoria Galardi. Con Verónica Llinás, A. Barraza e Inés Efron.

2010, 86 min. SP Films.

Después de la neurosis solitaria de Amorosa soledad, la guionista y realizadora Victoria Galardi se aventura en la neurosis coral. Tras un intento de suicidio, en las afueras de Villa La Angostura una mujer mayor queda en coma, obligando a una de sus hijas (Verónica Llinás) a volver de Buenos Aires. El rumor de que la abuela habría enterrado en alguna parte un paquete con una fuerte suma de dinero desata, entre aquélla y su hermana (la mexicana Adriana Barraza, recordada por su papel en Babel), una guerra por la herencia. Pero para que haya herencia la abuela debe morirse... Galardi trata este material muy negro con un humor leve, que lo aligera. Por allí anda también Inés Efron, adolescente en busca de su primer orgasmo.