Manolo Juárez y Daniel Homer se conocieron a mediados de la década del ’70. Desde entonces colaboraron en diversas oportunidades, pero nunca habían abordado un trabajo que los tuviese a ambos como protagonistas. Hasta que el año pasado surgió la idea de este reciente Juárez–Homer Cuarteto, en el que están además Lucas Homer en bajo, Víctor Carrión en quena y saxo soprano y Facundo Guevara (percusión) y José Luis Colzani (batería) como músicos invitados. El disco está dedicado a Lalo Homer, hermano de Daniel, guitarrista genial y creador, con los inolvidables Tres para el Folklore, de un lenguaje original, que marcó nuevos caminos para la guitarra. “De ahí viene Daniel, cuyo aporte es muy importante para la música argentina –señala Juárez–. El es el que completa la revolución en la guitarra que comenzó su hermano Lalo; él es el que inventa un nuevo lenguaje, una nueva manera de tocar. Es capaz de marcar un ritmo de chacarera con un encanto ancestral, sobre armonías personales. En este sentido se lo podría colocar al lado del Waldo de los Ríos de Los Waldos o del Negro Lagos.”

El nuevo disco recoge temas de Homer, como el malambo “Horizonte cero” –que originalmente se llamó “El alpargatazo”– o “Badenes”, una muestra de la refinada sensibilidad del guitarrista como solista. “La grabó en una sola toma, es una fiera”,recuerda Juárez. De Juárez están “Tarde de invierno”, “Mora” y “Cueca a Daniel Homer”. “A la cueca la compuse hace años –explica—. Con Daniel nos conocemos hace mucho y desde siempre hubo un respeto profesional, una identificación estética y una amistad que está por sobre todo. El único problema es que en los ensayos nos ponemos a conversar, una palabra deriva en la otra, seguimos charlando y al final tocamos poco.”

También hay clásicos del repertorio folklórico, como “La Olvidada”, de los hermanos Díaz y Yupanqui; “La López Pereyra”, de Artidoro Cresceri; “La Nochera”, de Ernesto Cabeza y Jaime Dávalos –un sutil despliegue de riqueza armónica en piano solo–, y una versión en zamba de “Capricho de medianoche”, de Joe Zawinul. “También está la chacarera ‘Aschpa Sinchi’, que creo debe ser el único tema de Andrés Chazarreta que no se grabó nunca –comenta–. La empiezo a tocar así como es, bien simple, como si estuviésemos en una peña; después lo vamos elaborando.” “Hicimos los arreglos en conjunto, salvo los temas que tocamos solos –concluye Juárez–. Salen solos, basta sentarse a tocar, porque, como digo, con Daniel nos une una misma identidad estética.”