Entre Minujín, Warhol y Faena
–¿Sus parecidos y diferencias con Marta Minujín y Andy Warhol?
A.P.: –No necesariamente es un principio de Mondongo querer preservar la materia, por ahí hagamos algo que sea efímero como la emplea ella.
J.L.: –Nuestros guías van variando por épocas: pero hicimos versiones de Rembrandt, de Marcelo Pombo, de Lucien Freud. Compartimos con Warhol la idea de qué es un ídolo...
M.M.: –Nos relacionan con Warhol por la manera opuesta con resultado similar de encarar los retratos.
–Sobre todo dialogan con Warhol en El Diego, ídolo popular como los de sus series de retratos...
J.L.: –En esa línea hemos hecho a David Bowie, al Papa en hostias sobre madera.... No sabemos quién lo compró porque en el arte también te estafan. Poco a poco vamos reconstruyendo un camino de obras perdidas.
–¿Y por qué decidieron retratar a Alan Faena?
A.P.: –El tiene un edificio espectacular, y nos convoca para trabajar en unos ventanales de siete metros de alto: haremos los vitreaux. Nos acaba de llegar la piedra para el retrato de Alan, en pirita. Es una piedra dorada que, al romperse, deja ver en su interior una inmensidad de cubos perfectos.