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El periodista Martín Granovsky es el presidente de la Agencia Télam desde agosto de 2005, primero por designación de Néstor Kirchner y luego por Cristina Fernández de Kirchner. Ex subdirector de Página/12, Granovsky escribió el prólogo de la nueva edición de Alejandro por siempre... Amor, el libro de poemas del hijo de Taty Almeida. Y explica los motivos por los que Télam participa en esta edición y presentación.

–¿Por qué Télam decidió participar en la nueva presentación del libro Alejandro por siempre... Amor?

–Para los 30 años del golpe militar, el 24 de marzo de 2006, nos propusimos contribuir a la reconstrucción de la historia tal como debe hacerlo una agencia de noticias, es decir con buena información y buenas historias. Distribuimos en todo el país un cuaderno de 300 mil ejemplares basado en documentos desclasificados del archivo de la Comisión Provincial de la Memoria de la provincia de Buenos Aires. Mostramos todo el espionaje de la policía de Camps, con blancos que iban desde Almendra a los delegados obreros. También nos propusimos revelar las dos caras de Télam durante la represión de los años de plomo y la dictadura. Un costado fue la participación de la agencia como parte del aparato de inteligencia militar. Por ejemplo, despachos de Télam daban cuenta de enfrentamientos, cuando en realidad se habían producido asesinatos. Era un trabajo de encubrimiento. El otro costado fueron las víctimas de la propia agencia. Buscamos la historia y rendimos homenaje a Célica Gómez, empleada de Télam desaparecida mientras trabajaba en la agencia, en 1977. Y también Alejandro Martín Almeida, que había sido cadete de Publicidad y luego fue secuestrado. Taty, su mamá, nos acercó unas poesías que encontró cuando Alejandro ya había desaparecido. El 16 de marzo de 2007 el presidente Kirchner recibió a Taty, a los hermanos de Alejandro y a Néstor Gómez, el hermano de Célica. Y al día siguiente pusimos en Télam dos placas. La de Alejandro tenía la poesía que él había escrito a su madre. Hablaba de la posibilidad de su propia muerte. Télam nunca había recordado institucionalmente a sus propias víctimas.

–¿Qué significado tiene para usted participar en un prólogo?

–El prólogo que escribí para el libro cuenta la historia de Taty y de la poesía de su hijo. Contar hechos es dejar registro. En este caso, dejar registro de una vida cortada por la represión, Alejandro, y de otra marcada por ese corte, la de Taty. Y el libro mismo es el registro de ese corte doble y tremendo. Tremendo porque un chico de 20 años que deja su poesía, sus textos y su militancia no es un caso único en la historia. Pero no hay historia que logre disimular la crueldad antinatural de una vida terminada a los 20 años. Y eso explica que Taty diga muchas veces: “Alejandro me parió a mí”.

–Que la Agencia Télam participe en esta reedición, ¿es un reconocimiento a la lucha por los derechos humanos de las Madres?

–Télam es la agencia estatal y pública de noticias de la Argentina. Cuando dejé la subdirección de Página/12 y asumí la presidencia de Télam, en agosto del 2005, dije en el discurso en la Casa Rosada que la agencia debía manejarse con reglas de honestidad intelectual, transparencia y respeto por los hechos, pero que no iba a ser neutral en materia de derechos humanos. Informar sobre el tema con profundidad y amplitud sería parte de la línea editorial de la agencia. La redacción cumplió y cumple con esa premisa ante cada hecho importante. Cuando hicimos el trabajo con la Comisión Provincial de la Memoria, editamos 300 mil ejemplares y los distribuimos en todo el país. Creo que en todo el mundo no hay ningún hecho parecido de hacer tan visible algo tan oculto de manera tan masiva.