“El Proceso lo voy a pasar por alto, porque la verdad es que es mejor no recordar. Así que hice un per saltum y aparecí en la democracia, en 1983, con Alfonsín, Grinspun, Sourrouille, el austral, el desagio, Juan Carlos Pugliese II, el bolonqui y Jesús Rodríguez, que casi como Jesús termina crucificado. Mientras en estos tiempos la hiperinflación y los empresarios le apretaban el gañote a don Raúl Alfonsín, apareció Carlos Saúl primero, primer presidente electo que decía que tenía el equipo formado, listo para salir a la cancha y ganar por goleada. Don Raúl que quería quedarse seis años, pero le tiró el gobierno por la cabeza a la patilla mayor de América, Carlos Saúl I... Y aquí estamos, señor. Treinta años bancándose 16 presidentes y 37 ministros de Economía que se la pasaron diciendo: Esta es la crisis más grande que ha sufrido el país. Mientras tanto a este peso moneda nacional le extirparon nueve ceros de acá adelante. Y este austral equivale a mil millones de pesos moneda nacional. Y como en aquel entonces se compraba con 83 pesos moneda nacional un dólar, este austral equivale a 12 millones de dólares. Parece un chiste, si no fuera una joda grande como una casa. Yo todavía tengo confianza. Por eso les digo a algunos políticos y a algunos funcionarios que están ahí viéndome: si siguen haciendo las cosas que están haciendo, yo voy a tratar de estar acá todo el tiempo para seguir jodiendo. Y para cuidarlos también. Y para preservarlos de la máquina de cortar boludos. Porque si la máquina de cortar boludos se pusiera a cortar boludos históricos con retroactividad, otra hubiera sido la historieta hoy. Historieta que como país no creo que nos merezcamos. Esto lo dice mi libretista Santiago Varela. Yo no estoy tan seguro, un cacho de culpa tenemos también. Por eso les digo, mis queridos chichipíos: a seguir laburando, vermut con papas fritas y ¡good show!”

(Del monólogo 2000, guionado por Santiago Varela, pronunciado por Tato en Tato en busca de la vereda del sol, 1990.)