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Ivonne Bordelois, Mario Goloboff y Adriana Puiggrós participan del Foro chaqueño.
- Ivonne Bordelois (escritora y lingüista): “Un defecto no menor tiene la globalidad, y es que su obesa vacuidad, permanentemente denunciada, nos impide y ahorra, convenientemente, el contemplar de frente la escuálida inconsistencia de nuestra propia vida cultural. Mientras vociferamos contra los trastornos e invasiones que recibimos de nuestros depredadores vecinos del Norte, olvidamos las empresas de desmantelamiento cultural que hemos tenido a bien tolerar en nuestro propio ámbito. El cese de premios municipales y nacionales desde hace años, la carencia de apoyos y subsidios a bibliotecas de todo tipo, el atasco de la Ley del Libro, el estado catastrófico de la educación a muchos niveles, la incesante permanencia de ñoquis en las reparticiones oficiales llamadas de cultura, la decadencia vergonzosa del lenguaje de la televisión, sin atención ninguna de un Estado ausente, son ejemplos patentes de la negligencia con que se trata a la cultura y a la inteligencia en este país, y no es condenando a la globalidad, por cierto, que remediaremos esta situación”.
- Mario Goloboff (escritor): “Los ejemplos vienen desde arriba: funcionarios, ministros (inclusive, en el pasado, alguno de Educación), dirigentes políticos e institucionales, voceros presidenciales (aun aquellos pertenecientes a las elites sociales) que no diferenciaban (y decían no diferenciar) un sustantivo de un adjetivo, y hasta presidentes (entre los últimos, un entusiasta partidario de la función presidencial perpetua, del ‘vuelvo a reiterar’ y del ‘hace dos años atrás’). Todo esto da lugar a un conjunto de reflexiones. Por una parte, puede pensarse qué relación guarda con el aumento de la desconfianza popular, cada vez más difundida, en la voz pública. En efecto, si ella no respeta ni valoriza la propia palabra, el propio discurso, ¿por qué concederle tanta atención? Y lo que tal vez sea más grave: ¿cómo creer en las palabras si éstas no tienen ninguna jerarquía, ningún valor? Si quienes deberían jerarquizarlas las trivializan, las confunden, las corrompen”.
- Adriana Puiggrós (doctora en Educación): “La cultura lectora se ha deteriorado, pero en los peores momentos organizaciones de la sociedad civil, como Puro Cuento y luego la Fundación Mempo Giardinelli, mantuvieron encendida la llama, y también en muchas más escuelas que lo que la mayoría imagina se siguió enseñando a leer. Algunas editoriales y organizaciones privadas comenzaron a realizar grandes congresos pedagógicos de distinta calidad, pero que acercan a los docentes abundantes materiales de lectura. En los últimos tres años, desde que el país retomó un camino de crecimiento (que es de esperarse se torne realmente de desarrollo con justicia social), varios gobiernos provinciales asumieron el problema de la lectura como política de Estado”.