Miércoles, 14 de junio de 2006 | Hoy
OPINION
Por Edwin Williamson *
Yo quise combatir el mito del Borges encerrado en una “biblioteca total”, ya que él mismo decía que sus cuentos trataban de “mis experiencias personales”. Mi libro genera perspectivas insospechadas porque aporto mucha información nueva, basada en testimonios orales y documentos inéditos, que incorporo a una interpretación cronológica de sus textos, algo que no se ha hecho antes. Arrojo nueva luz sobre su entorno familiar, su relación con su padre y su madre, sus años en Ginebra y en España, sus aventuras en la vanguardia. Destaco lo importante del amor y del sexo, desde sus experiencias en Ginebra hasta su relación última con María Kodama. La sorpresa más grande fue descubrir su amor por Norah Lange, la musa de su criollismo, que lo rechazó en 1926 a favor de su odiado rival, el poeta Oliverio Girondo. A partir de ahí Borges se desliza desde Walt Whitman hacia Pierre Menard, pero la memoria de Lange perdura, cifrada en Beatriz Viterbo de El Aleph o en El Congreso y Ulrica. Analizo su evolución política, con material nuevo sobre su apoyo a Yrigoyen, su oposición a Perón y sus actitudes cambiantes hacia las juntas militares. Demuestro que la decisión de ir a morir en Ginebra fue tanto política como personal.
El género de la biografía literaria suele despertar polémicas. Mi libro ha sido elogiado por Vargas Llosa, Harold Bloom y Christopher Hitchens, entre muchos otros, pero Rodrigo Fresán, por ejemplo, lo desdeñó porque cree que la vida de Borges “no es de este mundo”. Sin embargo, el deseo de convertir a Borges en un ser angelical es claramente absurdo, y él mismo decía que “sería ridículo negar las posibilidades de la biografía”. Por otra parte, Alejandro Vaccaro, que acaba de sacar su propia biografía, me critica porque piensa que es “bochornoso que un hombre de Escocia venga a decirnos cómo interpretar la vida de Borges”. No sé cómo reaccionaría el propio Borges a este intento de acorralarlo en una especie de patio de vecinos del barrio de Palermo. Yo confío en que el lector sin prejuicios verá que mi libro es un sincero esfuerzo por comprender la relación dialéctica entre la vida y la obra del gran argentino universal.
* Autor de Borges, una vida.
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