No hay fórmulas preestablecidas para generar la risa del espectador. Todo se reduce a la capacidad de un film para rematar situaciones en el momento indicado. Ese timing es, también, una de las claves de la música. Por eso es lógico que Pete Docter entienda de comedias. Criado en una familia de músicos, hermano de dos integrantes de orquestas profesionales, el director también toca varios instrumentos. “Gran parte de mi trabajo tiene que ver con el tiempo no sólo de una toma sino también de una secuencia. Esto es rítmico. Como animador determino esos tiempos escuchándolos en mi cabeza”, explica Docter. “Yo lo observo cuando habla con los editores y les dice cosas como que ‘se pasaron dos cuadros’. Y cuando los sacan la escena es muchísimo más graciosa. No conozco a nadie que pueda sentir el ritmo de los cuadros como él”, concede Rivera.