Emplazada en Parque Patricios, la cárcel de Caseros fue ideada en 1960 durante el gobierno de Arturo Frondizi. Sin embargo, entre abandonos por la “inhumanidad e inviabilidad” del proyecto, las obras quedaron truncas rápidamente y fueron retomadas en 1969 por la dictadura de Juan Carlos Onganía. Sin embargo, fue recién el 23 de abril de 1979 que la penitenciaria fue inaugurada, en plena dictadura militar. La cárcel funcionó activamente hasta 2001, cuando cerró definitivamente sus puertas. La idea original al momento de anunciar su cierre era demolerla, pero la polémica que se generó alrededor de las consecuencias que la implosión podía causar en los vecinos de la zona logró que nunca se concretara (con excepción de las dos torres). No será la primera vez que las instalaciones de la cárcel harán de marco para el desarrollo de una ficción televisiva: antes de El marginal, en 2002 fue el escenario en el que se grabó buena parte de la recordada miniserie Tumberos, que también tenía entre sus productores a Sebastián Ortega y Pablo Culell, y a Adrián Caetano detrás de cámaras. Trece años después de aquella serie protagonizada por Carlos Belloso, la pantalla chica vuelve a valerse de sus muros para imprimirle verosimilitud a una trama que se corre de los problemas de la clase media.