Para ella, Liù une “la delicadeza y la intensidad”. Paula Almerares será una de las dos cantantes que tendrá a su cargo uno de los papeles más conmovedores de la historia de la ópera. “Ella logra convencer a Turandot, con su muerte, hasta dónde se puede llegar con el amor. Liù es fuerte y no débil; es una esclava y consigue, con sus acciones, modificar las acciones de los otros”, define una de las grandes cantantes líricas argentinas. Compañera de elenco de figuras como Alfredo Kraus y Plácido Domingo, ganadora del Concurso Traviata 2000 organizado por la Opera de Pittsburgh y especializada durante años en el repertorio del romanticismo francés y el bel canto italiano, Almerares dice que “éste es mi momento para hacer este personaje; por experiencia de vida y por madurez me siento capaz de hacerlo y justamente el repertorio que vine cantando hasta ahora me preparó, me dio la ductilidad para hacerlo”. En este caso en particular, Almerares sabe que cantará para un público que habitualmente no va al Colón y que eso “compensa las dificultades y los miedos de trabajar de una manera totalmente distinta de la habitual. Desde ya, no estoy acostumbrada a cantar con amplificación y, por otra parte, para mí es muy importante ver las caras del público. En un teatro, como el Argentino de La Plata, donde acabo de cantar, o en el Colón, se ve al público. Aquí, en el Luna Park, no sé de qué distancias estamos hablando y hasta dónde llegaré. Hay muchas cosas que se hacen con el cuerpo, no con la voz. También se actúa. Y realmente ignoro cuánto de eso será recibido por el público. Pero mi compromiso es cantar y actuar exactamente de la misma manera en que lo haría en un teatro de ópera”.