- Griselda Siciliani en Sos mi vida: grotesca pero sutil, alelada pero ingeniosa, sexy pero hartante: la cualidad de combinar sensaciones y rasgos opuestos la consagran como autora de una de las composiciones mejor resueltas de 2006.

- Carlos Belloso en Sos mi vida: confirmó que su hipergestualidad fue apta para el monstruo o el payaso, para el tono opresivo que lució en Tumberos o el pasatismo frívolo.

- Humberto Tortonese: ¿más razones para destacarlo? Introdujo el chisme sexual en un horario protegido, reconvirtió a Mariana Fa-bbiani en una conductora autoparódica, propuso el repaso de medios más divertido, que antes se reservaba a Televisión Registrada.

- Roberto Pettinato: soportó estoicamente su escandalete propio autosatirizándose para salir indemne, y promovió la vigencia de los programas de panel con uno, Duro de domar, que trató de no ahondar en los escándalos de Bailando por un sueño. Y tuvo muy buen rating a horarios insólitos.

- Rodrigo Noya: se refundó como actor profesional, lúcido e histriónico en reemplazo del ex niño gracioso de Agrandadytos. Se llevó el título de mejor actor infantil de la historia televisiva reciente.