En marzo arrancará la tercera temporada de Mañanas informales, el programa que empezó como una suerte de experimento y terminó instalándose y cambiando el ritmo de las mañanas televisivas, con dos Martín Fierro ganados, entre otros premios. Guinzburg ya está entrevistando a quienes se incorporarán este año en su equipo de producción y a nuevos cronistas. “El formato está probado pero yo siempre cambio cosas, y este año va a haber más producción, más informes, más cámaras de exteriores, más polenta”, dice, y analiza la fórmula del éxito: “En 2006 logré hacer en televisión algo que no se había hecho nunca. En un mismo programa estuvo la familia de Malvino, la mamá de Mariano Witis, o estuvo tratado el tema de la impunidad en los accidentes de tránsito con seriedad, y al mismo tiempo hubo mucho humor. El programa de radio permite ese cruce, pero en televisión no se había hecho. Mañanas informales lo logró”.